En piedra o madera. Con dos, cuatro, seis u ocho pies. Los hórreos reflejan el peso que la agricultura tuvo en el rural. Un símbolo que pretenden recuperar en A Merca donde acaban de restaurar 10 canastros en Olás.

Testigos del pasado agrícola

El conjunto de hórreos rehabilitado en el núcleo de Olás, en el concello de A Merca. (Foto: MARCOS ATRIO)
Los canastros -hórreos o cabaceiros- conforman uno de los elementos patrimoniales más singulares del paisaje rural ourensano. Los conjuntos, a pesar de que gozan de una especial protección en la comunidad, avanzan hacia un cada vez más evidente estado de abandono, eso si no han sido víctimas de las mal llamadas 'chapuzas do rural'.
Con el objetivo de frenar esta situación, el Concello de A Merca ha iniciado un plan de restauración de los conjuntos de hórreos más singulares del ayuntamiento. 'Máis alá do seu valor patrimonial, os canastros son un símbolo da importancia que a agricultura e a gandería tivo no concello o longo do século pasado e onde, ás feiras do 26, acudían veciños de máis alá das fronteiras da provincia', relata el alcalde, Manuel Velo, cuyo ayuntamiento presume de contar con el conjunto de hórreos más grande y singular de Galicia. 'Nos anos 50 do século pasado, unha normativa estatal obligaba aos concellos a arranxar as zonas comunes e aquí optouse por trasladar os canastros que estaban en terreo público ás airas e campos da feira', recuerdan los técnicos municipales, al tiempo que constataban la existencia de acuerdos plenarios 'onde a non asistencia as reunións previas acarreaba multas de 50 pesetas'.

Declarados 'Bien de Interés Cultural', los 35 hórreos de A Merca representan uno de los principales atractivos turísticos del ayuntamiento -junto con la iglesia de A Mezquita- y un ejemplo de recuperación de la historia local que vecinos y grupo de gobierno se ha propuesto imitar.

Los vecinos de Olás han sido los primeros en colaborar en la restauración de un conjunto de 10 canastros y están encantados con el resultado. 'Quedaron como novos', afirmaban con nostalgia al visualizar lo que antaño representó una herramienta fundamental en la producción cerealística de estas tierras. Ahora, confiesan, 'algún habíase convertido nun perigro dado o seu mal estado de conservación'. La actuación en esta parroquia de la comarca celanovesa, co-financiada entre los propietarios (20%) y los fondos del Plan E (80%), ha motivado a los vecinos a continuar con la puesta en valor del patrimonio local. 'Agora falta rematar as bases dos pés de pedra e arranxar o seu entorno paisaxístico, que será un dos propósitos deste ano 2011', apuntan desde la asociación de vecinos.

Desde el Concello, Velo observa con satisfacción la respuesta vecinal. 'Ahora que empezamos hai unha demanda importante dende outros pobos, e ainda que a época non é a mellor, trataremos de habilitar partidas para continuar impulsando as rehabilitacións'.

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