LITERATURA

La nueva 'Biblia': ella es el Mesías

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photo_camera El libro del escritor mexicano David Toscana.

David Toscana, escritor mexicano, ha reescrito La Biblia y defiende que "mucha gente no la lee porque se volvería creyente".

Profundo conocedor de La Biblia, inspirada por ese "gran novelista que es Dios", David Toscana ha tenido "el valor" de reescribir la que considera es una de las más grandes novelas de la literatura universal de todos los tiempos, un "clásico" que, en contra de lo que pueda parecer, "se lee muy poco".

Y se lee poco, en opinión del escritor mexicano, porque los creyentes -él ya no lo es, aunque lo fue durante tiempo- "le tienen miedo, no vaya a ser que acaben creyendo, se dicen muchos, cosas que no deben ser".

Devoto de lo que para él es una religión, la lectura -"siempre que tengo la oportunidad, predico a la gente la necesidad de leer", recalca-, Toscana dice que, por encima de cualquier otra consideración, La Biblia es literatura. "Literatura que hay que interpretar".

"En ella -continúa en una entrevista con Efe- hay personajes, muerte, sexo, tienes alcohol, venganza, tanto abajo como desde arriba, en sus páginas se abre la tierra, se traga a la gente...Hay, en definitiva, pasiones".

Pasión es lo que ha puesto Toscana (Monterrey, México, 1961) a la hora de abordar el reto de reescribir el libro sagrado de los cristianos, con el resultado de una novela, "Evangelia" (Alfaguara), que llega a las librerías españolas pocas semanas después de hacerlo en México.

"De momento no he percibido amenazas de hoguera", bromea David Toscana al especular sobre las reacciones que su novela pueda provocar en México y aquí, al otro lado del océano. "Todavía es pronto", advierte.

En su país cree que no generará polémica, ya que aunque la tradición católica está muy arraigada, también lo está la idea de separación entre Iglesia y Estado. "Hay una larga tradición de libertad de cultos, de vivir lo religioso como algo privado, frente al carácter laico de lo público". Sobre lo que ocurra en España está "a la espera".

"Evangelia" arranca con la llegada a Belén de Judea de tres magos, Melchor, Gaspar y Baltasar, "incircuncisos, que comían puerco y cuyos dioses de cabecera eran Moloch, Melkart e Inanna", para llevar ante el hijo "de un dios que a sus hijos les daba una piedra cuando le pedían pan", el dios de los hebreos, el oro, el incienso y la mirra que aún les queda después de un largo viaje.

Y su sorpresa es mayúscula cuando, en contra de lo escrito, descubren que el recién nacido es una niña, la primogénita de María y José, ignorante éste "de quien es ese espíritu que preñó" a su esposa, la primera sorprendida en dar a luz a una niña. "José pensó que Jehová le había gastado una broma", escribe Toscana.

Emanuel, que así será llamada la recién nacida, la primera de once hijos, llegaba al mundo para "abrir puertas" y "llamar a muchos", en contra de quien será su hermano Jacobo, el segundo en nacer, que se hace llamar "Jesús el Nazareno".

El enviado para liberar al pueblo de Israel, y a la humanidad, es pues, y en contra de las profecías, una mujer, para nada dispuesta a callar y obedecer, la Hija de Dios que morirá en la cruz, "la profeta, la milagrera, La Mesías, la reina de todos,...". Alguien que llega "para dictar dogmas contra la razón".

"Si las cosas se relataron de otro modo -escribe David Toscana- fue por causa de la incredulidad, más así todo fue escrito para que leyendo, lean y perciban; y oyendo, oigan y entiendan".

"He pasado de conocer en profundidad La Biblia a reescribirla. Cuando era creyente no la conocía tan profundamente. Ya no sé si fue primero el huevo o la gallina", afirma David Toscana, que se sentiría especialmente feliz si la lectura de su novela llevara al lector a leer la Biblia. "Sería fascinante", insiste.

Y es que para este escritor cuya obra anterior ha sido traducida hasta el momento a quince idiomas, "un libro es sólido, y así lo siento, cuando tiene un efecto" en quien lo lee. "Debe provocar cualquier cosa menos aburrimiento".

Si las cosas hubieran sido como él las escribe, si Cristo hubiera sido Crista, si Él hubiera sido Ella, ni la historia del Cristianismo, ni la historia de la Iglesia católica, incluso la historia de la humanidad, "hubieran sido las que han sido". "Habrían cambiado muchas cosas. Abrirle las puertas a la mujer al sacerdocio o al papado habría tenido muchas e importantes consecuencias", comenta. "Si me pusiera a especular en qué otras cosas concretas, me sentaría a escribir la segunda parte de la novela".

"Evangelia", como el resto de su obra, está escrita desde el humor. Un humor muy a lo Monty Python. "Era necesario para escribir esta novela. Lo llevo en la sangre (el humor). Todo lo que escribo tiene ese tono. Siempre he sentido que la forma natural del relato es el humor".

David Toscana reconoce que necesitaría "mucho más valor", "más agallas", si hubiera pensado, que no lo ha hecho, reescribir otro libro sagrado, El Corán. Además, "tendría que empezar de cero. Contar la historia de La Mesías es casi como contar una historia de familia, me viene de dentro", concluye.

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