Los dos equipos regresan a la categoría de plata provincial después de un año en Primera
Necesitaban ganar y esperar a que otros resultados les favorecieran pero ninguna de las dos situaciones se dio y tanto Atlético Vilariño (antepenúltimo con 32 puntos) como Boado (penúltimo con 31) descienden a la categoría de plata del fútbol provincial justo un año después de recuperar en el caso del primero y debutar en el del segundo la Primera autonómica.
Quino Iglesias, técnico del Atlético Vilariño, asegura que el de anteayer "fue un día duro a pesar de que las posibilidades eran muy pocas pues necesitábamos ganar y esperar, una especie de carambola, pero no por ello menos doloroso".
El Vilariño cayó ante el Ramirás (1-2) y las opciones se esfumaron a las primeras de cambio: "Nos queda un mal sabor de boca, no sólo por el descenso si no también por no poder despedirnos en casa con victoria". Y del futuro reconoce que "este equipo tiene un recorrido largo y aunque no me había planteado entrenar en Segunda si la directiva lo cree oportuno seguiré porque sólo tengo palabras de agradecimiento para esta directiva".
Julio Rodríguez, entrenador del Boado, aseguró que "no partido ante o Antela (derrota por 1-2) o mellor foi o ambiente, os dous equipos somos da casa e había xente que non sabía a quen animar. A ilusión nunca faltou, pero... ¿O futuro? Todavía é prematuro pero case seguro que non seguirei".
