La “Gold River Race”, la prueba súper maratón que en su estreno navega por los ríos Sil y Miño, se ha convertido en lo competitivo en un mano a mano entre la pareja pontevedresa formada por el tricampeón mundial Iván Alonso y Joaquín Iglesias ante el dúo luso de Alfredo Nogueira y Miguel Lomba. La primera etapa (Quiroga-Santo Estevo) se había definido en favor de los gallegos por un segundo y ayer se repitió la historia en la segunda etapa, entre el embalse de Velle y el parque náutico de Castrelo de Miño. Los terceros en cruzar la meta en Castrelo fue la viveirense de Alberto Pigueiras y Manuel Carreja.
Las mismas posiciones de final de etapa para los tres de cabeza se repitieron en las metas volantes de Toén y Cenlle.
En la categoría femenina el dominio es exclusivo para las lucenses Tania Fernández y Carmen Villar, integrantes del Kayak Tudense. Repitieron victoria de etapa y su ventaja es notable. A un gran nivel rindió la pareja formada por Mónica Piñeiro, del Fluvial Avión-Castrelo, acompañada por Rosa Barros, del CPO Vigo, que fueron segundas en los pasos por Toén y Cenlle.
Para hoy queda la tercera y última etapa, entre Crecente y Salvaterra de Miño, también de 30 kilómetros. La victoria absoluta está en juego, al haber solo dos segundos de diferencia entre los líderes, Alonso e Iglesias, con los segundos, Nogueira y Lomba. Pigueiras y Carreja son terceros en la general, a 3:08 del líder y por detrás tienen a Sánchez y Massagues, a 4:26.
APOYO DE LA IFC
Mario Santos, presidente del Comité Técnico de la Federación Internacional (IFC), que está compitiendo en la prueba, ha mostrado el apoyo del organismo internacional a una prueba con un gran potencial y mejor futuro.