Una victoria ante el Portonovo dejaría al Ourense a las puertas de garantizar matemáticamente su clasificación para la fase de ascenso. El ex jugador rojillo Andrés Curiel será la referencia ofensiva del equipo menos goleador de la categoría y que lucha por evitar el descenso.
Siete partidos, con el de esta tarde, le quedan al Ourense para dar por terminada una Liga que ya tiene garantizada el notable alto. Los rojillos podrían conseguir matemáticamente el billete para la fase de ascenso a la Segunda B la semana próxima pero ese hace tiempo que ha dejado de ser el objetivo del equipo pese a la reticencia de su entrenador en reconocerlo.
Ahora el objetivo es otro, asegurar la segunda plaza y los privilegios que eso conlleva. Tampoco parece muy complicado alcanzar la seguda meta de la temporada. Los de Romero tienen siete puntos de margen de maniobra con un Montañeros al que todavía deben de visitar y con el que cruzaron impresiones el pasado jueves en la desfainada e incomprensible Copa Galicia.
Esa visita será en la penúltima jornada y por lo tanto el Ourense tiene cinco partidos antes que lidiar para llegar a A Grela con los deberes hechos.
El primero de ellos será una muesca más en un calendario asequible. El Ourense se verá las caras con el los tres equipos en puestos de descenso, el Rápido de Bouzas y el Coruxo siendo estos últimos los más temibles al estar cómodamente situados en mitad de tabla. Eso antes de ir a A Coruña.
El Portonovo se antoja el invitado idóneo para pagar los platos rotos de la eliminación copera. Los pontevedreses han mejorado numéricamente desde la llegada de Marcos Canle al banquillo pero sus problemas con el gol disminuyen su peligrosidad. Polos opuestos. Se encontrarán el equipo más goleado de la categoría con el menos propenso a celebrar tantos. Los 22 goles del Por tonovo en 32 jornada justifican su mala clasificación. Las esperanzas del Portonovo recaerán en el oportunismo y la fortaleza física de Curiel. El delantero olívico confiará en tener como visitante el acierto que no atesoró en su etapa como rojillo.
Y todo en un campo que no ha visto perder a su equipo en lo que va de temporada y que empieza a mal acostumbrarse a las goleadas. Una más no extrañaría a nadie.
O Couto, 17,00
Ahora el objetivo es otro, asegurar la segunda plaza y los privilegios que eso conlleva. Tampoco parece muy complicado alcanzar la seguda meta de la temporada. Los de Romero tienen siete puntos de margen de maniobra con un Montañeros al que todavía deben de visitar y con el que cruzaron impresiones el pasado jueves en la desfainada e incomprensible Copa Galicia.
Esa visita será en la penúltima jornada y por lo tanto el Ourense tiene cinco partidos antes que lidiar para llegar a A Grela con los deberes hechos.
El primero de ellos será una muesca más en un calendario asequible. El Ourense se verá las caras con el los tres equipos en puestos de descenso, el Rápido de Bouzas y el Coruxo siendo estos últimos los más temibles al estar cómodamente situados en mitad de tabla. Eso antes de ir a A Coruña.
El Portonovo se antoja el invitado idóneo para pagar los platos rotos de la eliminación copera. Los pontevedreses han mejorado numéricamente desde la llegada de Marcos Canle al banquillo pero sus problemas con el gol disminuyen su peligrosidad. Polos opuestos. Se encontrarán el equipo más goleado de la categoría con el menos propenso a celebrar tantos. Los 22 goles del Por tonovo en 32 jornada justifican su mala clasificación. Las esperanzas del Portonovo recaerán en el oportunismo y la fortaleza física de Curiel. El delantero olívico confiará en tener como visitante el acierto que no atesoró en su etapa como rojillo.
Y todo en un campo que no ha visto perder a su equipo en lo que va de temporada y que empieza a mal acostumbrarse a las goleadas. Una más no extrañaría a nadie.
O Couto, 17,00
