La victoria del pasado sábado en Gijón le ha devuelto la tranquilidad al COB, que buscará ahora ganar en el Paco Paz, algo que pocas veces ha hecho en lo que va de temporada. De conseguirlo, para el viernes quedaría el objetivo de ratificarse y confirmar una progresión que le permita a los ourensanos terminar la primera vuelta cerca del objetivo.
En una semana clave para su futuro inmediato, el COB buscará llevarse al zurrón la segunda pieza consecutiva. Si la del sábado era asequible sobre el papel y más áun en la práctica, la de esta noche es de caza mayor.
El Caja Rioja llega herido y renqueante, pero quizá eso le haga todavía más peligroso. Los de Jesús Sala se han bajado del pedestal que ocupaban desde la quinta jornada por culpa de tres reveses consecutivos. Los riojanos, que apostaron por mantener el bloque de la pasada campaña, salieron con medio cuerpo de ventaja sobre el resto en el pistoletazo de salida. De ello se aprovecharon para sumar ocho victorias en las nueve primeras jornadas. Ni tanto ni tan calvo.
La solvencia del Caja Rioja parece fuera de toda duda. Los motivos van más allá de la con junción adquirida con el paso del tiempo. Sala tiene una plantilla con más peso y recursos que brillo y pompa. David Mediano y Sergio Soria aportan lucidez y frescura a partes iguales. En el perímetro, cuando no es Albano Martínez le toca a David Navarro, y si no aparece Ibon Carreto. En la zona, Alberto Rodríguez y Sidnei de Santana aportan centímetros y experiencia, y Herrero buena mano. La guinda la ponen dos americanos que llegaron sin hacer ruido y aputan a revelación de la Liga. Sin estrellas pero capaces de estrellar al más pintado.
El ataque
Un partido más, la duda está en saber como respirará el COB en ataque. Que la defensa es solvente ya no se le escapa a nadie y los números lo gritan. Sólo el HNV encaja menos puntos que los ourensanos. El problema es que la mayoría de virtudes caen todavía en ese plato de la balanza. Nivelarla es imprescindible para aspirar a ganar a uno de los buenos. Moore, Axton y Esmorís tendrán mucho que decir en esa faceta. Griffin más todavía. El americano progresa, despacio pero progresa. Si mejora la zona, mucho cuidado con el COB.
Pazo Paco Paz, 21,00 horas.
El Caja Rioja llega herido y renqueante, pero quizá eso le haga todavía más peligroso. Los de Jesús Sala se han bajado del pedestal que ocupaban desde la quinta jornada por culpa de tres reveses consecutivos. Los riojanos, que apostaron por mantener el bloque de la pasada campaña, salieron con medio cuerpo de ventaja sobre el resto en el pistoletazo de salida. De ello se aprovecharon para sumar ocho victorias en las nueve primeras jornadas. Ni tanto ni tan calvo.
La solvencia del Caja Rioja parece fuera de toda duda. Los motivos van más allá de la con junción adquirida con el paso del tiempo. Sala tiene una plantilla con más peso y recursos que brillo y pompa. David Mediano y Sergio Soria aportan lucidez y frescura a partes iguales. En el perímetro, cuando no es Albano Martínez le toca a David Navarro, y si no aparece Ibon Carreto. En la zona, Alberto Rodríguez y Sidnei de Santana aportan centímetros y experiencia, y Herrero buena mano. La guinda la ponen dos americanos que llegaron sin hacer ruido y aputan a revelación de la Liga. Sin estrellas pero capaces de estrellar al más pintado.
El ataque
Un partido más, la duda está en saber como respirará el COB en ataque. Que la defensa es solvente ya no se le escapa a nadie y los números lo gritan. Sólo el HNV encaja menos puntos que los ourensanos. El problema es que la mayoría de virtudes caen todavía en ese plato de la balanza. Nivelarla es imprescindible para aspirar a ganar a uno de los buenos. Moore, Axton y Esmorís tendrán mucho que decir en esa faceta. Griffin más todavía. El americano progresa, despacio pero progresa. Si mejora la zona, mucho cuidado con el COB.
Pazo Paco Paz, 21,00 horas.
