El tanto marcado por Cabanyes en la primera parte, fue suficiente para que los de Moisés Pereiro lograran la victoria ante el Racing Vilalbés
El fútbol no tiene lógica, por eso es tan grande.El Barbadás logró su segunda victoria en esta liga ante el Racing Vilalbés por 1-0, en un partido en el que los lucenses todavía se estarán preguntando como se fueron de vacío del campo de Os Carrís.
Se cuestionaba en la previa el entrenador local Moisés Pereiro qué Racing Vilalbés se encontraría, ya que habitualmente los equipos foráneos suelen cambiar su manera de jugar cuando aterrizan en el campo sintético de Os Carrís y buscan más un fútbol práctico que el de toque.
Pero el equipo lucense fue una excepción. Salió desde el principio a presionar a la defensa ourensana que sufría más de lo previsto para sacar la pelota desde atrás.
Primero, porque no se lo esperaban, y segundo, porque aunque el mensaje de Moisés es tratar de jugar siempre la pelota, una cosa es querer y otra poder.
Así que el Vilalbés ya había sacado cuatro córners en el primer cuarto de hora y para su desesperación se había encontrado con un palo, tras falta de David Buyo y un larguero, luego de un remate de Sergio Arias. Quizá es que no era el día de los lucenses.
Pero el fútbol es ese deporte que no se explica. Y por eso es tan grande. Minuto 18. Primera llegada de los azulones al área. Centro desde la izquierda, un balón sin aparente peligro que no acertó a despejar la defensa visitante y Cabanyes se anticipó para hacer el 1-0.
Todo iba bien e incluso pudo ir mejor. En el 25, un despeje del portero local le cayo a Titi Sanz que desde 35 metros remató de cabeza una pelota que venía botando y se fue rozando el larguero. Pudo haber sido la cuadratura del círculo.
Tercer palo del Villalbés
Tras un par de golpes de ambos equipos, en los locales un buen remate de Caique y en los visitantes un remate de Xusto de cabeza tras un saque de esquina, llegó otro palo para los visitantes.
El enésimo córner botado por el Vilalbés en la primera parte, lo remató Dani Montes de cabeza, pero el poste, en el día de ayer el mejor aliado de los de A Valenzá, volvió a salvar el empate, ante la desesperación visitante. Estaba claro que no era el día para sumar algo positivo.
En la segunda parte, el dominio fue de la escuadra lucense, pero ya no tuvieron ocasiones tan claras como en el primer periodo.
Aún así ya se disponían a celebrar el empate después de que Rubén Goméz superara al portero local Rui con una vaselina. Pero en esas llegó el defensa Iago Fernández para evitar el gol, aunque para ello se tuviera que 'empotrar' contra, otra vez, el poste de su portería. Tras el golpe, tuvo que abandonar el campo lesionado, aunque aparentemente solo sufre un fuerte golpe.
Y para que el sufrimiento local llegase hasta el final, en el 90 un remate de Javi Varela lo evitó Rui en dos tiempos. Daba igual la manera. La victoria se quedó otra vez en casa y los azulones, a lo tonto, ya suman seis puntos.
