El nuevo proyecto en División de Honor B del Campus Ourense de rugby está en marcha. Ayer por la tarde 18 jugadores ourensanos se dieron cita en las instalaciones del Complejo Deportivo de Monterrei para realizar la primera jornada de entrenamiento de cara al próximo curso, con la incertidumbre de saber dónde jugará sus partidos como local.
La pérdida de homologación del campo de la Universidad y la falta de noticias sobre el reemplazo del sintético han hecho moverse a los ourensanos, que disputarán (en principio) sus partidos en el césped natural de Monterrei. En principio porque las obras comprometidas deben estar terminadas a mediados de septiembre, con tiempo suficiente para que la Federación Española homologue las instalaciones.
Aunque no es una situación que preocupe por el compromiso mostrado por las instituciones, la incertidumbre está “generando algo de estrés antes de comenzar esta pretemporada. Es importante saber dónde vamos a jugar y entrenar, porque al final si a la situación del covid del pasado año, le sumamos el exilio de hace dos, se puede hacer muy cuesta arriba la temporada”, reconoce David Monreal, antes de saltar al campo una temporada más al frente de los universitarios.
Para este inicio de temporada, ilusión y una competición que vuelve a dar un paso adelante en cuanto a talento. “La liga sigue creciendo, es algo que se puede ver con los fichajes de los demás equipos. Belenos ha hecho una muy buena plantilla y equipos como Santander, Getxo o Hernani son favoritos. Creo que será complicado meterse dentro de los tres primeros y pelear por el título, pero veremos hasta donde podemos llegar”.
Acostumbrados a ser una de las sorpresas positivas cada temporada, el técnico del equipo ourensano considera que “para poder pelear tendremos que librarnos de las lesiones que nos castigaron la pasada temporada. Creo que hemos cubierto el cupo durante dos o tres años. También pienso que parte de esas lesiones vinieron por el mal estado del campo en la Universidad, pero me gustaría saber si también ha sucedido con los otros equipos que juegan en esas instalaciones” y añade que “por nuestra parte hemos cerrado la incorporación de cuatro neozelandeses en posiciones clave que llegarán a finales de septiembre, justo antes de iniciar la competición y que tienen que darnos ese plus de calidad que necesitamos”.
También se suman al primer equipo varios canteranos de los que Monreal espera que “comprendan nuestra filosofía de juego cuanto antes y nos aporten minutos de calidad a lo largo de la temporada. Somos un equipo que muere con nuestra idea de juego y queremos disfrutar, es lo que nos llevaremos. Si jugamos bien, haremos disfrutar a los aficionados y todo será más fácil”.
La pretemporada
Por delante, siete semanas de preparación que alternarán el trabajo físico con la asimilación de los conceptos de juego que quiere Monreal. “Ahora mismo el objetivo es ir incorporando a jugadores poco a poco y comprobar el estado en el que vuelven tras las vacaciones. Tenemos tiempo para llegar mejor que el año pasado al inicio de la competición y para ello también queremos cerrar algún encuentro de pretemporada. Por ahora tenemos uno frente al Arcos, el 2 de octubre, pero lo ideal sería alguno más. Será una liga complicada, tenemos que ser inteligentes”, afirma.
Ahora, turno para crecer como equipo y poner la mirada en el todavía lejano 17 de octubre, fecha de la primera jornada de liga, a domicilio ante Uribealdea.
