El Ourense, que ganaba 2-0 en el 27, vio cómo el Avilés remontaba aunque sacó fuerzas de flaqueza para sumar tres puntos

El CDO sacó cordura del caos con una victoria rumbo a la salvación

Óscar Martínez se cae al césped de O Couto después de ser agarrado en la acción que supone el penalti del 4-3 que anotó Borja Yebra. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
Toda victoria siempre llega en un momento oportuno pero la conseguida ayer por el Ourense, adelantándose unos días, llega como agua de mayo. El 5-3 ante el Real Avilés pone fin a una sequía de 56 días sin triunfos para el conjunto entrenado por José Luis Míguez 'Luisito' y acerca al Ourense a la permanencia (aventaja en cuatro puntos a la zona de promoción y en ocho al descenso directo) pero para alcanzar el éxito el equipo local debió sufrir más de lo necesario, sobre todo a tenor de lo que había sucedido los 40 primeros minutos de partido.
Y es que ni en el mejor de los sueños el equipo ourensano escribiría un mejor guión de partido que el que se dio en el tramo inicial. El Ourense, que tan poco tino había mostrado en las anteriores citas, acertó con la portería rival en sus dos primeras llegadas y con los tantos de Capi (1-0, minuto 10 al rematar de cabeza un saque de esquina) y Borja Valle (2-0, minuto 27, con un tiro cruzado en el área pequeña), cobraba una ventaja no definitiva, como después se comprobaría, pero sí muy importante, más por las lastimosas sensaciones que estaba dando un rival hundido y en caída libre que por la diferencia de dos goles cuando todavía quedaba por delante más de una hora de partido.

Para alcanzar esa ventaja el Ourense no necesitó mostrar su mejor versión. Le bastó con coger el guante que le ofreció un Avilés que dio muchísimas facilidades en defensa a un Ourense que se dejó de florituras y que fue mucho más perpendicular que en anteriores ocasiones.

Pero a este Ourense le va la marcha y en vez de rematar a un rival moribundo le dio vida de manera imperdonable. Dos graves errores, uno en cada zona del lateral, sirvieron para que el Real Avilés igualara en dos jugadas consecutivas. Jony ganó la espalda a Campillo, entró en el área y su centro golpeó en las piernas del central Capi para desviar la trayectoria y sorprender a Pato (2-1, minuto 40). Y en la siguiente jugada, un despeje en largo de Jeffrey, con la complicidad de un confiado Claudio, se convirtió en un pase perfecto al delantero Naya que le robó la cartera al lateral, se internó en el área, y fue trabado por Pato en un claro penalti que transformó Geni (2-2, minuto 42). Volver a empezar. El Ourense había tirado la ventaja en apenas 120 segundos.

Los primeros minutos de la segunda mitad demostraron que al Ourense le había sentado muy mal desperdiciar la ventaja pues la primera acción clara para marcar fue avilesina. Naya encaró por el centro de la zaga al meta Pato y el defensor Portela se jugó el tipo para adelantarse al 'nueve' visitante y enviar a córner cuando se mascaba la tragedia (minuto 49). Pero en la continuación del saque de esquina el partido alcanzaría una nueva dimensión cuando el asistente indicó al árbitro que una acción del local Adil, en la que no arrolla a Juan Díaz, era penalti. Gerardo culminaba la remontada visitante (2-3, minuto 51).

Luisito empezó a mover el banquillo (Sanginés sustituyó a Arce) pero el Ourense entró en una fase en la que le pudieron las prisas, y además se mostró desquiciado, pero contó con una gran colaboración, la de un Real Avilés que se metió descaradamente atrás. El equipo local intentaba elaborar jugadas de ataque pero todas y cada una no llegaban a su destino por las imprecisiones de un equipo que en ese momento era todo corazón. Pero como hace más el que quiere que el que puede, el fútbol fue por una vez justo con el Ourense. Sin correr se puede ganar, pero es mucho más difícil, y el Avilés no corrió. Los locales echaron el resto y en apenas 15 minutos se cobraron el partido. Noguerol recogió en el área un rechace y empató la cita (3-3, minuto 74), Yebra transformó un penalti que había sufrido Óscar Martínez para darle la vuelta al encuentro (4-3, minuto 86), y Quintairos sentenció al culminar una contra en la que él mismo había forzado la recuperación (5-3, minuto 89). Victoria local en O Couto para un Ourense que marcha camino a la permanencia.

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