Los mejores minutos de la temporada del COB, en Barcelona, se tradujeron en un 18-35 mediado el segundo cuarto. No fueron suficientes para pelearle la victoria al filial azulgrana. Los ourensanos fueron perdiendo gas poco a poco y sobre todo se estancaron en los cinco minutos iniciales del cuarto definitivo, en los que apenas anotaron una canasta. Al final, 81-66, la cuarta derrota en cuatro partidos.
Durante la cara buena, los ourensanos soñaron con dar la sorpresa. Todo fluía como tiene que fluir, la defensa paraba el juego ofensivo azulgrana y en ataque todos aportaban. Complicaciones, las mínimas. Tiros sencillos y penetraciones. La cosa marchaba, 15-25 al final del primer cuarto.
Arrancó el segundo y la cosa no paraba. Tocaron techo los de Rafa Sanz, que llegaron a dominar con 17 puntos de margen. El cielo era de un azul intenso.
Con las rotaciones empezaron los problemas. El COB empezó a perder fuelle. La cesta del Barcelona se iba haciendo más pequeña, a la vez que la del Ourense más grande. La producción anotadora bajó notablemente, de 25 puntos a 14. En defensa, los ourensanos encajaban cuatro puntos más. Con todo, el COB continuaba por delante en el descanso, 34-39.
EL PRINCIPIO DEL FIN
El tercer cuarto empezó a atisbar lo que vendría después. Empezaron a despertar los Creus, Pérez, Eriksson o Hezonja. Al COB le costaba cada vez más anotar y los catalanes alcanzaron los últimos diez minutos ya por delante, aunque todavía con el partido sin dueño, 23-16 de parcial para un 57-55.
Y se fue la luz. En cinco minutos, los de Sanz únicamente anotaron una canasta. El partido se les fue, definitivamente. El Barcelona B cobró una ventaja de nueve puntos, insalvable para los ourensanos. Quedaban cinco minutos y ahora sí el partido tenía dueño. El COB había vuelto a acercarse pero había vuelto a caer. Quién sabe si el próximo viernes en el Paco Pazo contra el Andorra, compañero de viaje, y ascenso, la temporada pasada en la LEB Plata y líder ahora con cuatro victorias en cuatro partidos en Oro. La victoria está cerca, sólo queda echarla el guante.
Arrancó el segundo y la cosa no paraba. Tocaron techo los de Rafa Sanz, que llegaron a dominar con 17 puntos de margen. El cielo era de un azul intenso.
Con las rotaciones empezaron los problemas. El COB empezó a perder fuelle. La cesta del Barcelona se iba haciendo más pequeña, a la vez que la del Ourense más grande. La producción anotadora bajó notablemente, de 25 puntos a 14. En defensa, los ourensanos encajaban cuatro puntos más. Con todo, el COB continuaba por delante en el descanso, 34-39.
EL PRINCIPIO DEL FIN
El tercer cuarto empezó a atisbar lo que vendría después. Empezaron a despertar los Creus, Pérez, Eriksson o Hezonja. Al COB le costaba cada vez más anotar y los catalanes alcanzaron los últimos diez minutos ya por delante, aunque todavía con el partido sin dueño, 23-16 de parcial para un 57-55.
Y se fue la luz. En cinco minutos, los de Sanz únicamente anotaron una canasta. El partido se les fue, definitivamente. El Barcelona B cobró una ventaja de nueve puntos, insalvable para los ourensanos. Quedaban cinco minutos y ahora sí el partido tenía dueño. El COB había vuelto a acercarse pero había vuelto a caer. Quién sabe si el próximo viernes en el Paco Pazo contra el Andorra, compañero de viaje, y ascenso, la temporada pasada en la LEB Plata y líder ahora con cuatro victorias en cuatro partidos en Oro. La victoria está cerca, sólo queda echarla el guante.