El equipo ourensano, que jugó su quinto test de pretemporada sin sus dos directores de juego, cayó zarandeado por un rival directo por el ascenso

El COB, sin bases y sin pilas

Antonio Pantín, pívot del COB, salta a por un rebote durante la cita ante el Básquet Coruña. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
Ni la camiseta le quedó al COB para asemejarse en algo al equipo combativo de la Copa Galicia disputada hace sólo unos días. Los ourensanos no fueron rival para un Básquet Coruña que no tuvo problema alguno para zarandear a un COB sin fuerzas en las piernas después del esfuerzo copero, sin bases y sin actitud para al menos adecentar un poco el marcador y no pulular por la pista sin rumbo ni ganas de encontrarlo.

Los de Rubén Domínguez jugaron con coartada de antemano y usaron el comodín para autoexigirse lo justo para no tener que agachar la cabeza en el vestuario. Esa fue precisamente la peor lectura del partido, la ganas empleadas.

El juego no es preocupante y el resultado menos aún. No en un partido amistoso, a puerta cerrada, sin bases, ante un buen contrario, a mitad de pretemporada y después de dos partidos consecutivos. Incluso se suspendió a un minuto y medio del final porque el horario del recinto así lo exigía.

El COB confirmó ayer que no tiene talento ni superioridad física para competir con equipos del mismo, peso sí le faltan piezas o no se emplean todos al máximo. Los ourensanos vivirán de la aportación colectiva y nunca de la solvencia individual.

Las ausencias hicieron daño en la pista y sobre todo en las cabezas de los jugadores. Fran Cárdenas y Jorge Fernández no jugaron y el COB se quedó sin timón en ataque y sin faro en defensa. Diego Gómez, Movilla e incluso Guillandeaux tuvieron que asumir el reto de jugar de bases pero no estuvieron a la altura, ninguno.

En ataque, el COB tendrá que sacar la lupa para aprovechar en el vídeo un puñado de jugadas aceptables. Ni rastro de circulación de balón en el juego de cinco contra cinco de la Copa. Nada tampoco de la pelea en la zona que araña puntos, caza rebotes, fuerza faltas y encuentra segundas opciones.

Sin los dos bases, el COB bajó muchísimo su rendimiento defensivo. Ellos son clave ahí. Fernández y Cárdenas muerden en cada posesión del rival, dan sentido a los dos contra uno en medio campo y ponen el listón a una altura que condiciona a los compañeros. Sin ellos, el Básquet Coruña llegó a campo ofensivo sin problemas y allí encontró tiros cómodos en el perímetro y superioridad en la zona. Los pares locales se quedaron siempre un paso por detrás en los bloqueos, unos centímetros más alejados en las líneas de pase y un palmo más abajo en la pelea por el rebote. No hubo fuerzas para hacerlo ni ánimo para intentarlo. Adecentó el marcador con triples y alguna acción de raza en la zona.

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