Los ourensanos fueron muy superiores y llegaron a ganar por 19 puntos de diferencia al campeón de la Liga portuguesa, un Porto con escasa actitud

Un COB en el que confiar

Jorge Fernández intenta anotar ante Reginald Jackson (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
El primer partido de Liga será el que dicte sentencia al trabajo hecho durante la pretemporada pero a falta de confirmación oficial las sensaciones que transmite el nuevo Aguas de Sousas son positivas, esperanzadoras.
Los de Rubén Domínguez, a la espera de que Guillandeaux supere sus interminables problemas físicos, no van sobrados de nada pero tampoco cojean en ninguna faceta del juego.
Todavía con mucho que mejorar, lo contrario sonaría extraño y hasta se antojaría contraproducente, pero con buenas bases sobre las que empezar a cimentar las ideas técnicas.
El COB tiene claro a lo que juega y sobre todo tiene memorizado como llegar al resultado final. A falta de talento descollante que saque de presumibles entuertos el equipo ourensano apuesta por la constancia defensiva y el equilibrio en el campo de ataque.

El Básquet Coruña se frotó las manos el pasado miércoles con un equipo con pesas en los tobillos y venda en los ojos. Nada que ver con el de la Copa Galicia y tampoco con el de ayer. Regresaron la bases y volvió el criterio. Bajó el minutaje en los entrenos y volvió la frescura.
Buen juego y sobre todo continuidad en lo trabajado previamente. Todo pese a un innecesario e injustificable castigo permanente de los árbitros a los dos equipos que trajo como consecuencia una primera mitad demasiado marcada por los tiros libres. 52 tiraron entre los dos equipos en 20 minutos. Demasiado, y mucho más para un partido amistoso. Incluso de ahí sacó ventaja el COB.
La barrera de los 10 puntos saltó por los aires con facilidad. A poco que Cárdenas y Fernández, tanto monta monta tanto, pusieron la directa en ataque y el perímetro acertó dos tiros seguidos. El Porto aguantó el chaparrón con la entrega de los dos 'nuevos', Jackson y Hill, que aportaron 23 de los primeros 39 puntos. El resto firmaron el expediente y poco más.

La sentencia
En la segunda mitad apareció el juego interior ourensano y disparó la renta. Pantín y sobre todo Vincens se ganaron mayor protagonismo en próximas citas y lideraron a un COB que llegó a ganar por 19. Koffi se sumó fugazmente hasta que las faltas lo sentaron.

El resto, los últimos cinco minutos, sobró. Le sobraron a un COB con la aguja de la reserva asomando y le sirvieron al Porto para maquillar el resultado pero a la vez dejar patente la posibilidad de haber presentado mayor resistencia en los minutos anteriores.

La próxima cita en el Pazo ya será con los puntos en juego y con un rival que será más fiable para aventurar el futuro a corto plazo de los ourensanos. La Liga está a 15 días vista y las sensaciones que transmite el COB son positivas pero faltan piezas que apretar y algunas todavía que sumar pero la grada ya dio el visto bueno a un equipo en el que confiar.

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