Más de lo previsto tuvo que sufrir el Codigalco para derrotar al Universiadad de Oviedo. Las colegialas empezaron mal, 0-8, y a los tres minutos, Mar Ahijado ya estaba en el banquillo con dos faltas. La pívot referencia del equipo regresó poco después pero casi sin tiempo para hacer nada toda vez que cometió rápidamente la tercera falta personal.
Sin chicha en la zona (Patricia Quiroga está lesionada) era el día de que el perímetro sacase las castañas del fuego. Sin problema hablando de un equipo con solvencia atesorada y recursos constrastados. Verónica Blanco sacó el fusil, clavó cinco de ocho en triples y permitió, bien secundada por Elsa y María, mantener siempre la distancia de seguridad.
Las colegialas tuvieron rentas de hasta 17 puntos en la segunda mitad, pero a diferencia de otras ocasiones dejaron salir a su rival con la honra intacta.
La próxima semana, las ourensanas visitarán al Tresa gijonés en el último partido de una primera vuelta que las confirma como serias candidatas a luchar por el ascenso de categoría.
Tras la derrota del Tresa en Salamanca, el Carmelitas empata en lo más alto con el Universidad de Valladolid y el propio Tresa.
