Compañeros que son peores que los enemigos

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Las autoridades francesas deberían intervenir en el fútbol como hicieron las inglesas en su momento. Al nivel de violencia entre las aficiones de extrema izquierda y derecha, se añaden sucesos delictivos protagonizados, sorprendentemente, por los propios futbolistas.

Caso "Valbuena". El futbolista internacional Mathieu Valbuena tenía por costumbre convertir su casa en un "follódromo", fiestas con chicas suministradas por amigos y 'conseguidores', delincuentes de muy diverso pelaje.

Uno de ellos, Axel Angot, grabó un vídeo de contenido sexual en 2015 y decidió extorsionar a Valbuena. Pretendía una cantidad extra a la tarifa habitual.

Ante la negativa del futbolista, se recurrió a Karim Zenati, otro expresidiario y amigo de la infancia del también futbolista del Real Madrid, Karim Benzema.

Benzema, ni corto ni perezoso, aprovechó una concentración de la selección francesa para sugerir el pago del chantaje a Valbuena y olvidarse del asunto.

Esta acción se justificó, en su momento, como una ayuda desinteresada de un compañero de equipo para evitar un mal mayor. Sin embargo, el tribunal que juzgó el caso hace unas semanas, en base a unas escuchas telefónicas entre Benzema y Zenati, lo consideró partícipe, claramente del lado de los extorsionadores e incluso burlesco.

Benzema fue condenado a un año y 75.000 euros de multa por este caso. Apelará y no entrará en la cárcel. Sus humildes colegas, sí.

¿Puede ser el francés el capitán de un Real Madrid, cuyos valores son incompatibles con estos actos? En tiempos de don Santiago Bernabéu estaría al momento al otro lado de los Pirineos. Con don Florentino, parece que todo vale mientras un acusado de extorsión meta goles.

"Spanish Indy" y los aburridos vencedores

El jugador del Bosco Juan Blanco pelea por balón en la zona (MARTIÑO PINAL).palou.jpg_web

Al igual que Fernando Alonso fue el pionero y abrió un camino desconocido y victorioso en la Fórmula Uno, el piloto barcelonés Alex Pou (1997) ha repetido la proeza en la "Fórmula Indy".

La 'Indy' es el campeonato de monoplazas más importante de Estados Unidos. Una especie de segunda división del motor con carreras en variedad de circuitos: óvalos (al estilo de la competición NASCAR), urbanos y autódromos. Entre sus pruebas más famosas destacan las prestigiosas 500 millas de Indianápolis.

Palou procede de una familia sin las posibilidades económicas de otros para costearse una escudería, pero su talento, constancia y ambición al volante le fueron abriendo puertas, oportunidades y diversos mecenas.

Su periplo transcurrió desde las categorías inferiores hasta campeonatos menos conocidos como el japonés. Allí se forjó, destacó y obtuvo una oportunidad para desembarcar en la "Indy". Su prometedor debut propició un mejor contrato y bólido con una escudería ganadora. Y esos medios, la sorprendente victoria del spanish.

La primera de un español en este campeonato. Un doble homenaje a su protector y reciente fallecido, Adrián Campos y al pionero en esta categoría tan lejana, Oriol Serviá.

Mientras esta promesa se convierte en realidad, hay otros españoles que dominan cada año sus modalidades de motor. Nos han acostumbrado tan mal que nos parece lo normal.

Toni Bou logró su ¡29! mundial en Trial, esa increíble muestra de destreza y control sobre una moto. Laia Sanz también ganó su título número 19 en categoría femenina. Un premio Princesa de Asturias a cambio de 48 mundiales no parece excesivo.

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