Hay tardes en las que todo sale redondo. Pretendía el COB celebrar el Día internacional de los derechos del niño con una fiesta infantil previa al partido. La demanda superó todas las previsiones, en gran parte porque se dieron todas las circunstancias a favor: tarde lluviosa de domingo, sin partido del Real Madrid o Barcelona por la tele ni otro acontecimiento apto para los más pequeños. Fueron cientos, acompañados de sus padres, que se presentaron en el Pacito a partir de las cinco de la tarde.
Hubo clase de baile, a modo de convención de aeróbic, dirigida por los encargados de la escuela de Danza Estilo Libre. Hubo números de payasos, muestras de globoflexia y juegos malabares. Hubo visita de la mascota O Lobo, otra de las atracciones de la fiesta. Y por supuesto, nadie se marchó sin su COB merienda, necesaria para reponer fuerzas y animar después al equipo con toda la energía.
Más fiesta
Porque, lógico, muchos de los niños quisieron quedarse al partido. Y con ellos, los papis. Más de 5.000 espectadores en un Pazo sin lonas con las que cubrir gradas vacías, con un ambiente que recordó al de la ACB.
El equipo redondeó la tarde de fiesta con un partido intenso, emocionante, implicando por completo a un público muy joven. Los viejos se frotan los ojos. ¿Este partido es del COB?
EL APUNTE
Vuelven los atascos, como en los tiempos de la ACB
Nada menos que 5.000 espectadores. Algo impensable no sólo en la última década, sino tan sólo hace unas semanas. El fenómeno COB sigue creciendo. El espectáculo durante los partidos sigue mejorando. El locutor Marcos está alcanzando la complicidad con el público de los mejores años de Vidal López, las animadoras siguen variando los números -ayer hicieron uno en la grada- los juegos adquieren más dinamismo y O Lobo está logrando que todo el Pazo haga la clásica ola. Nostalgia de la ACB. Todo se parece tanto a los dorados noventa que ahora hasta se forman atascos en los accesos del Paco Paz. Y el presidente Bermello, entusiasmado.
Más fiesta
Porque, lógico, muchos de los niños quisieron quedarse al partido. Y con ellos, los papis. Más de 5.000 espectadores en un Pazo sin lonas con las que cubrir gradas vacías, con un ambiente que recordó al de la ACB.
El equipo redondeó la tarde de fiesta con un partido intenso, emocionante, implicando por completo a un público muy joven. Los viejos se frotan los ojos. ¿Este partido es del COB?
EL APUNTE
Vuelven los atascos, como en los tiempos de la ACB
Nada menos que 5.000 espectadores. Algo impensable no sólo en la última década, sino tan sólo hace unas semanas. El fenómeno COB sigue creciendo. El espectáculo durante los partidos sigue mejorando. El locutor Marcos está alcanzando la complicidad con el público de los mejores años de Vidal López, las animadoras siguen variando los números -ayer hicieron uno en la grada- los juegos adquieren más dinamismo y O Lobo está logrando que todo el Pazo haga la clásica ola. Nostalgia de la ACB. Todo se parece tanto a los dorados noventa que ahora hasta se forman atascos en los accesos del Paco Paz. Y el presidente Bermello, entusiasmado.
