El Covadonga plantó cara desde el pitido inicial a un Pontellas que tiene bastantes más tablas en la categoría y, cuando llegó el momento de la verdad, lo demostró. El caso es que los discípulos de Prado pusieron toda la carne en el asador y llevaron el peso del partido, eso sí, sin profundidad y siempre a falta de ese último toque que es el que hace daño.
El empuje de unos y el aguante de los otros pudo romperse en el psicológico minuto 40, cuando un defensa del Pontellas derribaba a Toni en el área. Penalti y Roberto Dacosta que se encargaba de tirarlo. Disparo a la derecha del portero Jacobo que toca con la mano, el balón golpea en el poste y sale fuera. Oportunidad perdida, y es una lección del fútbol que si se pierde una ocasión así, al final lo pagas.
Sin perder los papeles
No quiso perder los papeles el Covadonga que entró en tromba en la segunda parte a por el partido, pero de nuevo le faltó esa necesaria claridad de cara al gol que frustró la reacción. Dacosta, muy motivado por el fallo en el penalti, lo intentó en sendas ocasiones dentro del área pero sin fruto, y Toni aportó su granito de arena con un remate de cabeza y otro con el pie que no llegaron a ver los tres palos.
Y en esto llegó el mazazo de los visitantes. Era el minuto 60 y Rubén cogía un balón a la altura del banquillo local para mandar un potente disparo en forma de globo que superaba a un Jacobo adelantado. El 0-1 que resultaría inamovible. El Pontellas vio cómo el Covadonga no le dejaba practicar su juego de toque y combinación y con la ventaja en el marcador se conformó con evitar que los ataques locales prosperaran. Ahí se vio la veteranía del conjunto pontevedrés, que al final le valió los tres puntos ante un Covadonga que vendió cara la derrota.
COVADONGA: Jacobo, Adrián, Mauro, Iván, Mojón (Diego, minuto 93), Lolo, Adri, Roger, Roberto Dacosta, Toni y Dani.
PONTELLAS: Jacobo, Jorge, Rubén, Berto, Esteban, André, Isma, Nando, Pablo (Alex, minuto 90), Damián y Ferreiro (Walter, minuto 95).
GOL: 0-1, minuto 60, Rubén.
ÁRBITRO: Marco Antonio, ayudado en las bandas por Marquez y Rodríguez, de Lugo. Mostraron tarjeta amarilla a Roger en el Covadonga.
INCIDENCIAS: segundo encuentro correspondiente a la Preferente autonómica grupo sur, disputado en el campo de hierba artificial de Eiroás ante alrededor de 350 espectadores. Al final del partido, directiva, jugadores y aficionados compartieron un almuerzo con pulpo y vino en el mismo recinto.
Sin perder los papeles
No quiso perder los papeles el Covadonga que entró en tromba en la segunda parte a por el partido, pero de nuevo le faltó esa necesaria claridad de cara al gol que frustró la reacción. Dacosta, muy motivado por el fallo en el penalti, lo intentó en sendas ocasiones dentro del área pero sin fruto, y Toni aportó su granito de arena con un remate de cabeza y otro con el pie que no llegaron a ver los tres palos.
Y en esto llegó el mazazo de los visitantes. Era el minuto 60 y Rubén cogía un balón a la altura del banquillo local para mandar un potente disparo en forma de globo que superaba a un Jacobo adelantado. El 0-1 que resultaría inamovible. El Pontellas vio cómo el Covadonga no le dejaba practicar su juego de toque y combinación y con la ventaja en el marcador se conformó con evitar que los ataques locales prosperaran. Ahí se vio la veteranía del conjunto pontevedrés, que al final le valió los tres puntos ante un Covadonga que vendió cara la derrota.
COVADONGA: Jacobo, Adrián, Mauro, Iván, Mojón (Diego, minuto 93), Lolo, Adri, Roger, Roberto Dacosta, Toni y Dani.
PONTELLAS: Jacobo, Jorge, Rubén, Berto, Esteban, André, Isma, Nando, Pablo (Alex, minuto 90), Damián y Ferreiro (Walter, minuto 95).
GOL: 0-1, minuto 60, Rubén.
ÁRBITRO: Marco Antonio, ayudado en las bandas por Marquez y Rodríguez, de Lugo. Mostraron tarjeta amarilla a Roger en el Covadonga.
INCIDENCIAS: segundo encuentro correspondiente a la Preferente autonómica grupo sur, disputado en el campo de hierba artificial de Eiroás ante alrededor de 350 espectadores. Al final del partido, directiva, jugadores y aficionados compartieron un almuerzo con pulpo y vino en el mismo recinto.
