Preferente Sur

El Barbadás encuentra el momento ante el Velle

photo_camera Peque intenta escapar de dos defensores del Barbadás, en el campo Monte da Aira de Velle. (FOTO: JOSÉ PAZ)
El Barbadás conquista la victoria en el campo del Velle acertando con el gol en los dos únicos remates entre palos

Acertar en el momento y con el momento. A eso se agarró el Barbadás para ganar en Velle, al mano a mano que sacó Borja y a la pelota en la jugada siguiente que Rivero colocó junto al larguero para abrir el camino. Se jugaba el minuto 66. En la recta fina, un cabezazo de Nespereira a la salida de un saque de esquina cerró el partido. Segunda victoria consecutiva para los de Agustín Ruiz, a la larga superiores pero con poco colmillo arriba.

Noventa y tantos minutos reglamentarios para concentrar el zumo en uno y medio. Colegari, uno de los centrales del Barbadás, se marcó una excursión atolondrada que acabó con Caneiro sacándole la pelota. El resto fue tan sencillo como fulgurante, balón abierto a la banda derecha y llegada de Raúl, que en el mano a mano no puede con Borja. Del hipotético 1-0 al real 0-1, con el pelotazo de Rivero.

Bass se erigió en el principal rematador de los visitantes. Irrumpiendo desde atrás, el 8 azulón no necesita medio segundo para desenfundar. Tampoco medio milímetro. Solo que no acertó, que para eso hay un portero enfrente. Eso y que los lanzamientos que se marchan fuera no puntúan.

Manejaba el Barbadás pero no se achicaba el Velle, guerra de guerrillas, toma y daca, de poder a poder, todas las frases hechas posibles. El ritmo de juego era alto, lo que impedía que alguien en la grada se quedara traspuesto. Otra cosa es al llegar a la frontal, ahí se nublaban las ideas y aparecía siempre la pierna de los defensores.

En el segundo tiempo nada cambió, si acaso que Adrián Blanco intentó una finalización imposible que acabó con la pelota lejos del objetivo.  El delantero local, con un cierto aire a Morata, se confirma semana tras semana como la apuesta más segura arriba.

“A ver si espabilamos”, clamaba desde el banquillo Óscar Sabucedo. No es que su equipo se metiera atrás, más bien que el Barbadás manejaba más el juego y daba la sensación de estar más cerca del gol. No lo estaba en realidad, se llevó la victoria con apenas dos remates.

En una categoría ahora un escalón más abajo que antes de la epidemia, la última media hora de juego se convierte partido tras partido en una romería de cambios, en interrupciones constantes que desvirtuan el juego. ¿Para cuándo las ventanas? 

Se consumía el partido cuando Nespereira, solísimo en el punto de penalti, mandó a la red una pelota que Iago había puesto desde la esquina. La sentencia, la tranquilidad para los visitantes, tan locales como los locales si nos atenemos al apoyo recibido desde la grada.

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