El COB mejora, compite e incluso merece algo más pero sigue colista con media Liga acabada

Es lo que hay

Los números no engañan. La competitividad, la evolución, las opciones de victoria no valen cuando un equipo es colista. Al COB sólo le vale ganar y ganar en la segunda vuelta si no quiere enterrarse en vida. Los análisis son sencillos: cada victoria será un éxito; cada derrota, un paso hacia el descenso.
La autocrítica es imprescindible para optar la permanencia. El COB compite en todos los partidos pero tiene margen de mejora. Su rendimiento defensivo es criticable. Regaló tres cuartos en Lleida y dos en Pamplona. Injustificable cuando hay tanto en juego y tan poco margen de mejora.
En ataque, el equipo se queda corto para confiar en una segunda vuelta notable. Demasiado poco. Los bases cumplen, sin más. En el perímetro, Movilla está k.o.; González va camino de ello; Barbour es la única referencia temible y Alfonso Sánchez no evoluciona. El malagueño se sigue quedando muy lejos de lo que se esperaba de él y de lo que él mismo espera de sí mismo. En la zona, más. Ogide y poco más. Las rachas de Kedzo, la mejoría de Serrano y un papel marginal de Múgica.
Hace falta algo más que potencie todo lo bueno y minimice todo lo malo.

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