El Aguas de Sousas se adelanta en la serie semifinal al derrotar a un Araberri que aguantó el ritmo defensivo de los ourensanos durante 25 minutos

Estreno convincente

Francis Koffi lanza a canasta ante la oposición del pívot de Araberri Albert Ausina (Foto: Miguel Ángel)
El COB golpeó primero. Se adelanta en una serie que se prevé mucho más farragosa, tensa y complicado de lo que pueda hacer barruntar el marcador del primer partido. Los ourensanos fueron mejores, indiscutiblemente superiores, pero el Araberri demostró pegada, ganas y dejó la inquietante sensación de quedarle mucho más dentro. Hincaron la rodilla por inferioridad física pero los vitorianos tienen más repertorio interior y fluidez en el perímetro.
La diferencia estuvo en la defensa y en la profundidad de banquillo. Guión inmejorable para los intereses locales. Fernández y Movilla mostraron el camino a seguir. El base está dulce desde hace meses y el escolta brilla atrás y sobresale cuando lo adorna con un par de detalles ofensivos. Se quedó en lo primero.

La falta de contundencia de Koffi y Webster en la zona y de puntería de Guillandeaux en sus penetraciones a medio camino impidieron que la diferencia fuese notable ya en el primer acto. La toma de contacto fue positiva para los de Rafa Sanz pero con menos daño producido que méritos realizados.

Los aprovechó el Araberri para hacerse notar en el Pazo. Con Ortiz incómodo y fallón fueron Arcelus y Thompson los que asumieron el reto. A falta de puntería, Iñaki Merino apostó por los centímetros. Arcelus hizo daño cerca del aro, Thompson se adueñó del juego interior y Uriarte y Ausina blindaron la zona. Dio frutos y asustó a un COB que tuvo paradójicamente la fortuna de su lado.

Punto y seguido
La lesión de Guillandeaux paró el partido e hizo recapacitar a sus compañeros. Se reorganizó el COB en ataque y cogió aire en defensa. El resultado fue dejar al Araberri casi cuatro minutos sin anotar y mantener la delantera al irse al vestuario. Un resultado simbólico pero apaciguador.

La segunda mitad fue otra historia. Apareció Ortiz y sacó a relucir su facilidad anotadora pero también hizo acto de presencia el equilibrio que hace temible al COB. Hill anotó o sacó ventajas, Alberto Miguel encontró tiros cómodos y en la zona Koffi y Pantín fueron constantes. Parcial de 19-6 para transformar un cuarto inquietante en el principio del fin.

Faltaba sellar la victoria y lo hizo Vicens con un triple. 57-42 y ocho minutos por jugar.

El COB volvió a demostrar que si aprieta atrás desde el inicio sitúa el listón a una altura difícilmente alcanzable para sus rivales. Ganó con suficiencia y holgura a un Araberri que seguro será más exigente en la cita de mañana. A poco que vea aro desde la distancia y que Ausina encuentre la senda en el entramado de trampas con las que pobló el COB su zona.

Los de Rafa Sanz siguen siendo favoritos pero tienen ahora que pelear contra un rival concienciado de la importancia del próximo partido para tener opciones y con el peligro que otorga el alivio momentáneo. Mantener el nivel defensivo volverá a ser la clave.

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