Los goles de Mario, Nespereira y Xocas ante el Roces le permiten al equipo ourensano asegurar la permanencia en la División de honor juvenil
Costó un poco más de lo deseado, en la penúltima jornada de la competición, pero el Pabellón certificó su continuidad en la élite del fútbol juvenil nacional al vencer por 3-0 al Roces asturiano y asegurar la permanencia en la División de honor.
La historia tendrá este curso final feliz para un Pabellón que ha sabido convivir toda la temporada al filo del abismo, lejos de la zona por la que se movió años atrás pero en el hábitat lógico máxime teniendo en cuenta que en esta ocasión el fútbol provincial contaba con dos equipos en la máxima categoría.
Desde el principio se notó quien se jugaba la vida en el envite. El Pabellón dominó y no tardó en crear ocasiones. No acertó en un remate al poste y dos mano a mano con el meta Rodri pero sí lo hizo en el minuto 16 Mario y en el 32 Nespereira para poner un 2-0 y meter la directa hacia la salvación. En la segunda mitad el Pabellón contemporizó un poco más. Jugó con la ventaja e incluso la amplió en el minuto 78 con el tanto de Xocas para el definitivo 3-0 y el delirio de los futbolistas y la grada.
"Cuando uno de lo juega todo y hace las cosas bien se nota. Fuimos muy superiores al Roces y logramos una victoria que nos dio el premio de la permanencia. Es cierto, costó más de lo deseado pero después de una temporada con tantas dificultades sabe muy bien. Es algo muy importante para el Pabellón y para el fútbol ourensano", afirmó el técnico Guillermo García.
Las cuentas El equipo pabellonista llegaba a la cita con dos puntos de ventaja sobre el descenso y sale de ella con idéntica ventaja. Todavía queda una jornada pero el enfrentamiento entre los dos equipos que le preceden en la tabla, Tropezón y Llano 2000, hace imposible que ambos le superen en la tabla. Así, el Pabellón juvenil sigue siendo de División de honor. ¡Enhorabuena!
