Los clubes de la División de Honor B solamente han sumado nueve victorias a domicilio en lo que va de curso, a menos de una por participante en la liga
El pasado fin de semana, el Campus Ourense sufrió la derrota más abultada de sus dos campañas en la División de Honor B.
Los 41 puntos de diferencia que se trajeron los ourensanos del campo de Kote Olaizola tras su encuentro contra el Bera Bera de San Sebastián demuestran las dificultades que tienen casi todos los equipos de la competición para rendir a buen nivel lejos de casa.
Quitando a UBU Colina y Bathco, los dos primeros equipos clasificados de la competición y los más profesionales a nivel plantilla y estructura, el resto de equipos tienen serios problemas para sacar adelante los encuentros e incluso pugnar por los siempre importantes puntos bonus.
En una situación acarreada en muchos otros deportes, lo limitado de los presupuestos pero el alto nivel de exigencia implica que una competición de buen nivel como la División de Honor B española pague los platos rotos de ser casi al 100% amateur.
Hasta el momento, de los 29 encuentros disputados (en una liga de 12 equipos), solo nueve han sido para el conjunto visitante, cuatro de ellas para burgaleses y santanderinos, que ya se han enfrentado entre sí (con triunfo local), por lo que los diez conjuntos restantes se reparten cinco victorias.
En el caso del Campus Ourense, el viaje a San Sebastián trajo 16 horas de autobús totales para apenas 32 fuera de casa.
Con un maratón de carretera y seis bajas en la plantilla, incluida la definitiva del primera línea británico Jerome Chamberlain, que volvió a su país al no adaptarse a la disciplina del conjunto ourensano, el Campus afrontó el choque con una buena primera mitad que se transformó en unos pésimos segundos 40 minutos, que trajeron la dolorosa derrota vasca.
"Nos pasa a casi todos los equipos"
Resignado aunque tranquilo y confiado sobre la reacción de sus jugadores tras el choque ante Bera Bera, el entrenador ourensano, David Monreal, que disputó por necesidades del guión algunos minutos en la recta final del encuentro, afirma que las dificultades para competir lejos de la Universidad "son situaciones propias de ser un equipo amateur. No es algo que se dé en el Campus, es toda la competición, nos pasa a casi todos los equipos. Al final, estos chicos juegan por amor al arte y su compromiso es muy bueno. Sencillamente a veces no puedes contar con todos tus jugadores porque tienen una vida que no gira en torno al rugby".
Acerca de la derrota del pasado domingo, Monreal es claro y sincero con el rendimiento de su equipo. "Bera Bera practica el mejor rugby de la competición, por encima de UBU y ya nos ganaron el año pasado, eso sí, por no tanto tanteo. Comenzamos el partido bien pero en la segunda parte nos descompusimos y en 20 minutos malos con dos expulsiones encajamos los puntos que al final refleja el marcador. Es irreal pero el resultado está ahí y lo hemos notado, claro. En esos minutos finales nuestro rival estuvo muy bien. Podría hablar de suerte pero eso solo llega cuando trabajas bien como hicieron ellos".
