El CD Ourense dejará prácticamente sellada su presencia en la pelea por el ascenso a Segunda B si alcanza los tres puntos en Vilalonga

El golpe definitivo

 (Foto: j.c. cárdenas)
El tercer partido con Cándido Gómez al frente del Ourense lleva a los ourensanos hasta Vilalonga, para enfrentarse a un equipo pontevedrés situado en mitad de la tabla. Fue el Vilalonga el único que venció en O Couto en toda la primera vuelta. En la segunda se sumó el Ordes en lo que han sido las dos derrotas como local del Ourense.
La jornada número 31 ha comenzado bien para los ourensanos, que vieron desde la barrera como Alondras y Vilalbés, dos de sus perseguidores, se repartían los puntos en el partido adelantado al sábado, 1-1.

Dos dudas tenía Cándido Gómez y durante el último entrenamiento previo al partido despejó una y media. La plaza que deja vacante en el lateral izquierdo el lesionado Gonzalo la cubrirá Isma, que peleaba por ella con Sito. Y Denis, que estaba prácticamente descartado, ha pasado a convertirse en duda una vez mejorados sus problemas de ciática. Una última prueba antes del partido determinará si puede jugar en el municipal de San Pedro. De no ser así, Antonio entraría en el equipo para ocupar el medio centro junto a Yebra.

Berto será el guardameta; con Josu, Portela, Adrián Padrón e Isma en defensa; con Yebra y Denis o Antonio en el medio centro; con Peloto, Noguerol y Jordan en una línea de tres; y con Quintairos arriba del todo. El guardameta suplente Lucas, Sito, Germán, Martín y Denis o Antonio completan la convocatoria.


UN TERRENO DE JUEGO ESTRECHO

El entrenador del Ourense alertó sobre la estrechez del terreno de juego del Vilalonga, que viene de vencer por 0-1 en el campo del As Pontes. Mucha atención durante los primeros minutos de partido y a los balones colgados sobre el área durante todos los minutos son dos de las premisas sobre las que los ourensanos deben asentar sus posibilidades de victoria.

Porque la igualada entre Alondras y Racing Vilalbés le viene a los de Cándido como anillo al dedo. Con un partido menos, la ventaja sobre el quinto es de cuatro puntos.

Una victoria en el campo del Negreira y una contundente goleada sobre el primero, sobre el Cerceda, son los avales de Cándido Gómez en el banquillo del Ourense. Mal que bien parece que una situación que se encaminaba hacia la catástrofe ha revertido hacia una mucho más tranquila, en la que parece tan improbable alcanzar a los dos primeros como perder la tercera posición. Un pleno de nueve puntos sería poco menos que firmar en la casilla destinada a las eliminatorias por el ascenso. Y eso es lo que buscará el Ourense en el campo del Vilalonga, a la vez que vengar la derrota de la primera vuelta en el campo de O Couto.

VILALONGA, 18,00 HORAS.

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