La temporada ha llegado a su fin para el Pabellón dentro de la Liga femenina 2. El objetivo de la salvación marcado a principio de la temporada se cumplió con holgura y llegados a este punto, el entrenador del equipo, Gonzalo González, analiza como fue su primer año como entrenador titular en la competición.
Han sido poco más de seis meses de competición, siete sí contamos la pretemporada¿Cuál es el balance de la temporada del Pabellón?
Si tuviéramos que hacer una valoración a nivel global de la temporada creo que hemos terminado con buena nota, el objetivo era la salvación y lo logramos. Hay que tener en cuenta que fue un año atípico para todos. Fue mi primera temporada como primer entrenador en Liga femenina 2, tuvimos que formar un grupo lleno de jugadoras jóvenes y complementarlo con las veteranas y por primera vez en la historia del club sin extranjeras. Todo eso en seis meses, por lo que el balance tiene que ser positivo.
Durante una buena parte de la temporada ha hablado de los diversos factores que han condicionado la temporada del Pabellón ¿Cuáles fueron esos temas que tanto afectaron a la dinámica del club?
Es un tema muy complicado. En un equipo hay muchas personas si contamos jugadoras,directiva y cuerpo técnico, cada uno con su personalidad y carácter pero todos diferentes, mucho más sí cabe en el baloncesto femenino. Tengo la sensación que en muchas fases de la temporada no logramos creer en que absolutamente todos íbamos en el mismo barco y teníamos que remar en la misma dirección para lograr el objetivo marcado a principio de la temporada. Incluso a nivel personal creo que me faltó algo de experiencia para transmitirle al grupo que todo lo que hacía era para que el equipo lograse victorias. Como es lógico, el primer interesado en ganar partidos era yo.
En una temporada marcada por la irregularidad del equipo, llama especialmente la parte final de Liga del equipo, ¿Qué sucedió a partir del mes de febrero?
Es cierto que a partir del partido contra el Universidad de Ferrol el equipo se relajó en cierta medida, pero nunca llegamos a tener una señal de identidad en nuestro juego. El caso de Ferrol es el más claro. Creo que después de intentar ganar a uno de los equipos favoritos para meternos en cabeza y no lograrlo el equipo se dejó ir en parte. Además, por debajo el equipo estaba tranquilo y al verse en tierra de nadie fue difícil cambiar la mentalidad.
Entonces, si tuviera que hacer una reflexión en alto sobre todo lo sucedido...
Lo reduciría a que termino con una sensación de haber perdido una gran oportunidad. Este año fue una de las Ligas más igualadas de la historia y se vio que cualquier equipo podía ganarle al rival. Tuvimos la oportunidad de pelear por la cabeza, pero dimos muchos bandazos y a la vista está el resultado, terminamos novenas.
Y para terminar, ¿Ha empezado a planear la próxima temporada?
Todavía no sé nada. Hay mucho tiempo por delante y tenemos cosas pendientes de las que hablar. Nos tomaremos unas vacaciones y al volver me reuniré con la directiva para hacer balance y veremos si seguimos juntos. Como le dije, es muy pronto para saber algo con seguridad.
Si tuviéramos que hacer una valoración a nivel global de la temporada creo que hemos terminado con buena nota, el objetivo era la salvación y lo logramos. Hay que tener en cuenta que fue un año atípico para todos. Fue mi primera temporada como primer entrenador en Liga femenina 2, tuvimos que formar un grupo lleno de jugadoras jóvenes y complementarlo con las veteranas y por primera vez en la historia del club sin extranjeras. Todo eso en seis meses, por lo que el balance tiene que ser positivo.
Durante una buena parte de la temporada ha hablado de los diversos factores que han condicionado la temporada del Pabellón ¿Cuáles fueron esos temas que tanto afectaron a la dinámica del club?
Es un tema muy complicado. En un equipo hay muchas personas si contamos jugadoras,directiva y cuerpo técnico, cada uno con su personalidad y carácter pero todos diferentes, mucho más sí cabe en el baloncesto femenino. Tengo la sensación que en muchas fases de la temporada no logramos creer en que absolutamente todos íbamos en el mismo barco y teníamos que remar en la misma dirección para lograr el objetivo marcado a principio de la temporada. Incluso a nivel personal creo que me faltó algo de experiencia para transmitirle al grupo que todo lo que hacía era para que el equipo lograse victorias. Como es lógico, el primer interesado en ganar partidos era yo.
En una temporada marcada por la irregularidad del equipo, llama especialmente la parte final de Liga del equipo, ¿Qué sucedió a partir del mes de febrero?
Es cierto que a partir del partido contra el Universidad de Ferrol el equipo se relajó en cierta medida, pero nunca llegamos a tener una señal de identidad en nuestro juego. El caso de Ferrol es el más claro. Creo que después de intentar ganar a uno de los equipos favoritos para meternos en cabeza y no lograrlo el equipo se dejó ir en parte. Además, por debajo el equipo estaba tranquilo y al verse en tierra de nadie fue difícil cambiar la mentalidad.
Entonces, si tuviera que hacer una reflexión en alto sobre todo lo sucedido...
Lo reduciría a que termino con una sensación de haber perdido una gran oportunidad. Este año fue una de las Ligas más igualadas de la historia y se vio que cualquier equipo podía ganarle al rival. Tuvimos la oportunidad de pelear por la cabeza, pero dimos muchos bandazos y a la vista está el resultado, terminamos novenas.
Y para terminar, ¿Ha empezado a planear la próxima temporada?
Todavía no sé nada. Hay mucho tiempo por delante y tenemos cosas pendientes de las que hablar. Nos tomaremos unas vacaciones y al volver me reuniré con la directiva para hacer balance y veremos si seguimos juntos. Como le dije, es muy pronto para saber algo con seguridad.
