El Ourense B tiene la oportunidad de dar un paso de gigante para salvar la categoría.
Llegó la hora de la verdad. La competición entra en la recta final y los equipos se juegan buena parte de la temporada. Llega el Ourense B a los últimos ocho partidos de liga en el puesto 15 de la clasificación con 40 puntos, teoricamente una buena posición pero el problema de la Preferente es que los arrastres de llegan desde la Tercera propicia que los descensos puedan ser más de los previstos así que para no pasar apuros hay que intentar meter a cuatro o cinco equipos por debajo.
Y en eso andan. Ahora mismo tienen cinco por debajo con un colchón de cuatro puntos, pero no conviene fiarse.
El principal problema es que, precisamente a esta recta final el equipo llega realmente tocado. Y para muestra un botón. Esta semana el técnico rojillo Manel Vázquez ha tenido que convocar a cuatro juveniles del equipo de Liga gallega para completar la convocatoria del filial.
Además, tiene sancionados a Gabriel, Iago y Lamelas, lesionado a Abelardo y hay que contar también los que se van con el primer equipo. Así que Dorribo, Álvaro, Guillermo y Édgar contarán con minutos en O Grove.
Pese a todo, el entrenador no pierde la esperanza. "Es un rival directo que seguro que nos lo va a poner muy complicado, nosotros tenemos que hacer nuestro partido, mostrar la intensidad habitual y estar muy centrados. Si es así, seguro que nos traemos algo positivo, además ellos se juegan mucho más que nosotros". Las bajas tampoco amedrentan al técnico. "Este es un equipo muy particular, pero no es hora de lamentaciones. Que los jugadores suban al primer equipo es un orgullo para todos, para eso trabajamos", sentencia Vázquez.
Monte da Vila, 17:00 horas.
