El alero norteamericano supone aire fresco para la plantilla de un Aguas de Sousas que transmite pesimismo y decepción en los entrenamientos

Hill, una sonrisa en un equipo triste

Kyle Hill ya conoce el equipo con el que intentará terminar la temporada. Para ello deberá superar un mes de prueba en la que su nivel físico es la mayor incógnita.
El alero norteamericano tuvo una jornada 'completita' en su debut con el COB. Reconocimiento médico a primera hora de la mañana, cinco horas de entrenamiento y presentación a los medios de comunicación.

En la pista Hill confirmó lo que se podría esperar. Su calidad está fuera de toda duda pero su nivel físico no está ni cerca del de la plantilla. Necesitará varias semanas para completar su propia pretemporada y aumentar la capacidad física y muscular necesaria para ser el jugador determinante que debería.

El último fichaje del COB acusó la inactividad y le costó terminar la sesión de entrenamiento de la tarde. Algo lógico cuando lleva más de un año sin jugar. Los gemelos y el brazo de tiro, el derecho, se quejaron en la última hora de entreno. Hasta entonces Hill ilusionó con su calidad individual. Sus movimientos, su bote y su muñeca se mantienen intactas.

Un jugador elegante y con un repertorio ofensivo sobresaliente. Anotó con facilidad en tiro estático, tras bote, tras pase, penetrando, tirando de larga y media distancia... Cuando coja fondo físico será un jugador determinante en la Liga. Las temidas lesiones ocultas están descartadas y también los kilos de más. Hill está bien pero necesita ponerse a tono.


SIEMPRE SONRIENDO

Además de su talento llama la atención su caracter alegre. Lo destacan en Alicante, donde hablan de un jugador clave en el buen ambiente dentro del vestuario, y parece confirmarlo nada más llegar a Ourense. La sonrisa en la cara es permanente en un jugador con una alegre mirada que llama la atención.

Choca con un equipo abatido, triste. La derrota ante el Lan Mobel no transformó a un COB que sigue pasando las hojas del calendario sin modificar su carácter o su ambición. Pocos decibelios en el Pazo y caras largas.

Movilla parece peleado con el mundo y consigo mismo. A Cárdenas se la ha ido el brillo de la cara que destilaba la temporada pasada y Jorge Fernández no lo compensa. Koffi no disfruta y Vicens y Toppert pelean por su superviencia, por su rol en el equipo.

Un equipo tocado en la enfermería y hundido en el diván. Necesitado de energía.

El cuerpo técnico debe redireccionar deportiva y anímicamente a una plantilla que tiene en Kyle Hill un buen acicate para cambiar el ánimo y no un rival con el que pugnar un puesto. Su primer día fue esperanzador en un COB que parece sin esperanza.

Te puede interesar