“Hoxe non saes vivo de aquí”, “vámoste matar”

En el centro de la imagen, el tweet de los supuestos perseguidores.
El partido Barco-Gondomar y lo ocurrido durante y después del mismo siguen siendo protagonistas de la actualidad deportiva autonómica. Supuestos insultos y amenazas al trío arbitral y un presunto delito de intimidación cuando ya se encontraban en la carretera. 48 horas después el Comité de árbitros insiste en 'presentar lo antes posible la denuncia judicial y si es posible meter el tema en la comisión nacional antiviolencia', el CD Barco da un paso al frente y 'sancionará a los jugadores que sean amonestados por protestar'.
Mientras la Subdelegación del Gobierno en Ourense, las comandancias de la Guardia Civil en Ourense y A Coruña y las fuerzas de seguridad de la comarca de Valdeorras aseguran no saber nada.
El presidente del Comité Gallego de Árbitros, José Antonio Pérez Muiño, es la voz autorizada por un colectivo escandalizado con lo ocurrido: 'A ese equipo le han pitado ya árbitros de toda Galicia y siempre pasa lo mismo. Hay que hacer autocrítica. Cuando en una temporada llevan ese rosario de sanciones es para hacérselo mirar'.

En Calabagueiros...
Pero lo que más preocupa e indigna al colectivo arbitral es el supuesto atentado en la carretera. El trío arbitral presentó un informe anexo al acta arbitral al que ha tenido acceso La Región y en él se detallan acciones que de confirmarse serían escandalosas.
El árbitro del partido, Bruno Méndez Castro, habla de lo ocurrido en el estadio de Calabagueiros: 'La puerta que comunica el vestuario con el exterior seguía siendo golpeada (...) ¡A ver como saídes do campo!, ¡Támoste esperando!, ¡Fillo da puta!, ¡Hoxe nos saes vivo de aquí!'.
También explica como abandonaron el estadio escoltados por seis guardias civiles y tres policías locales: 'Durante el trayecto observo como un aficionado del CD Barco levanta su mano derecha y se dirige a mi, diciendo: '¡Era pouco darchas!, ¡Cómo merecías levalas!' (...) al llegar a nuestro vehículo un grupo de 30 aficionados se dirigieron a nosotros diciendo: '¡Ahora eres moi valiente!, ¡Fillo de puta!, ¡Valiente! ¡Coa garda civil sodes moi valientes! Llegando a lanzarme dos botellas de cristal a mis pies'.

En la carretera
El núcleo del anexo se refiere a lo ocurrido en el viaje de regreso tras el partido: 'Llevando unos 15 kilómetros observo como un vehículo viene con una velocidad alta y se sitúa detrás de nosotros, sin respetar la distancia reglamentaria, manteniéndose hasta la entrada de la autovía A-6 (...) tras colocarse delante de nosotros empieza a frenar y a circular a una velocidad inferior a la de dicha vía (...) decido adelantarlo, pero siempre que me disponía a acelerar para sobrepasarlo dicho coche también acelera (...) ante la peligrosidad de la conducción tomo nota del modelo y matrícula, siendo un G... (color azul oscuro) con matrícula ...'. Y añade: 'Tras sobrepasar al coche este se sitúa a escasos centímetros de mi vehículo y poniéndome sus luces de carretera dificultando mi conducción. Estuvo unos 600 metros conduciendo así, tras eso aceleró y se colocó en el carril izquierdo, en paralelo a nuestro coche, con ello pudimos observar que iban dos ocupantes y que el copiloto bajó la luna, estiró una bufanda pudiendo leer 'CD Barco' y dirigiéndose con los siguientes términos: 'Fillo de puta', 'Vámoste matar' (...) el piloto giró su volante hacia la derecha en dirección a nuestro coche teniendo yo que reducir la velocidad y teniendo que conducir por el arcén de la vía, con el coche a escasos centímetros del quitamiedos'.
Un informe que ratifica lo desvelado los días anteriores por el presidente del comité de árbitros y que Pérez Muiña no dudaba en tildar en este medio de 'gravísimo, de cárcel' y que el presidente del Barco, 'Nilo' no duda en criticar: 'Si eso se demuestra mostramos nuestra repulsa. Estamos con ellos -los árbitros- totalmente. Eso es algo que no puede pasar en el mundo del fútbol. Queremos que se hable del Barco por nuestra buena temporada, no por esto'.

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