El Rocas, que fue la gran revelación del grupo IX de la Segunda autonómica, consiguió un histórico ascenso a la máxima categoría del fútbol provincial; mientras que el Amoeiro regresa tres años más tarde a la Primero en una temporada en la que el club se hizo famoso a nivel nacional por el sorteo de la caca de la vaca.
A pesar de militar en distintos grupos, tanto Amoeiro como Rocas tuvieron que sufrir el pasado verano para poder hacer frente a una nueva temporada y, contra todo pronóstico, han coronado sus esfuerzos con el ascenso a Primera autonómica.
En el grupo VIII, el Amoeiro empezaba con mal pie frente al Crespos, pero en la quinta jornada se adueñaba del primer puesto que conservó durante 10 partidos -su mejor racha sin derrotas-, para dar paso a su peor registro al cierre de la primera vuelta, tras sumar sólo tres puntos. La única caída sufrida en A Penafita se produjo ante el Covadonga que fue junto al Palmés su bestia negra. Los que no pudieron superar al Amoeiro fueron San Amaro, Toén, Alongos, Ribeiro, Valenzá, Lodairo y Moreiras, al que le marcó un total de nueve goles.
En cuanto al Rocas, que en la segunda jornada pasó a ser líder del grupo IX, mantuvo ese puesto durante una vuelta, haciéndose con el título de campeón de invierno. Diez jornadas más tarde recuperaría el liderato hasta lograr el ascenso en la penúltima jornada frente al Monterrei, equipo que le arrebató el título tras derrotarles en Piñeira Seca. Aunque en dos ocasiones completó una serie de 10 encuentros sin perder, en la última acabó con tres empates sin goles.
En la décima jornada se produjó la primera de las seis derrotas en la Liga y la única en su feudo, frente al Entrimo. No fue capaz de superar al Trasmiras y el Monterrei, del que recibió seis goles por ninguno de Porqueira y Rubiá. Ganó a siete equipos en dos ocasiones y la mayor goleada -nueve- fue al Corbelle 1812.
En el grupo VIII, el Amoeiro empezaba con mal pie frente al Crespos, pero en la quinta jornada se adueñaba del primer puesto que conservó durante 10 partidos -su mejor racha sin derrotas-, para dar paso a su peor registro al cierre de la primera vuelta, tras sumar sólo tres puntos. La única caída sufrida en A Penafita se produjo ante el Covadonga que fue junto al Palmés su bestia negra. Los que no pudieron superar al Amoeiro fueron San Amaro, Toén, Alongos, Ribeiro, Valenzá, Lodairo y Moreiras, al que le marcó un total de nueve goles.
En cuanto al Rocas, que en la segunda jornada pasó a ser líder del grupo IX, mantuvo ese puesto durante una vuelta, haciéndose con el título de campeón de invierno. Diez jornadas más tarde recuperaría el liderato hasta lograr el ascenso en la penúltima jornada frente al Monterrei, equipo que le arrebató el título tras derrotarles en Piñeira Seca. Aunque en dos ocasiones completó una serie de 10 encuentros sin perder, en la última acabó con tres empates sin goles.
En la décima jornada se produjó la primera de las seis derrotas en la Liga y la única en su feudo, frente al Entrimo. No fue capaz de superar al Trasmiras y el Monterrei, del que recibió seis goles por ninguno de Porqueira y Rubiá. Ganó a siete equipos en dos ocasiones y la mayor goleada -nueve- fue al Corbelle 1812.
