FÚTBOL SALA

Marejada en el Sala Ourense

El equipo filial de Liga Provincial abandona la competición al sentirse 'menospreciados y vejados' por la directiva surgida tras la dimisión de Julio Prol

Al Sala Ourense le crecen los enanos. A los nefastos resultados deportivos del primer equipo de la entidad, que debutaba esta temporada en la Segunda División B, la tercera categoría del fútbol sala masculino nacional, y que está a un paso de descender, se le unen los problemas institucionales graves. Los primeros problemas surgieron ya en noviembre, con el anuncio interno de dimisión del presidente, Julio Prol, y el directivo Óscar Álvarez 'Vivian' por diferencias con otra parte de la directiva de la entidad comandada por Toño Sanmiguel, desde el mes pasado presidente formal y Víctor Sousa, entrenador del primer equipo.

Los integrantes del equipo filial del Sala Ourense, que milita en la Liga provincial, emitieron ayer un comunicado en el que muestran su malestar por lo que consideran 'menosprecio absoluto y en casos vejatorio que estamos sufriendo por la actual directiva, y en especial de sus miembros Víctor Sousa y Aitor Álvarez, a la vez entrena- dores del primer equipo'.

Añade el comunicado que 'un equipo filial está para aportar jugadores al primer equipo y no para ser un mero instrumento recaudatorio, ya que este es el fin para el que se nos ha pretendido utilizar, dándonos un plazo de cuatro días para vender carnets bajo la amenaza de no seguir pagando la participación en la competición'. 'Ante esta situación decidimos ser nosotros los que nos hagamos cargo de los arbitrajes hasta el final de temporada a lo que se nos responde que no es suficiente ya que se debe pagar también el segundo plazo de las fichas y otra serie de deudas como canchas. Nos pusimos en contacto con el equipo juvenil de Liga gallega y los padres de los jugadores nos dicen que hace tiempo se encargan de pagar arbitrajes y demás y que no tienen intención de seguir en el club la próxima temporada', continúa.

'Como no damos crédito a la situación nos dirigimos a las personas de Julio Prol y Óscar Vivian, quienes creemos son los máximos responsables del club pero nos presentan una documentación en la que acreditan haber presentado su dimisión junto a Pepe Baliñas y Enátaly Fernández el 10 de noviembre de 2015. Julio y Óscar nos manifiestan su apoyo y nos dicen que la actitud dictatorial de estos señores (la nueva junta directiva) ha sido la que le ha llevado a presentar su dimisión irrevocable al no poder controlar el club ya que ellos, como fundadores, exigen ser los que lleven el control'.

La gota que colma el vaso es la destitución por parte de la nueva junta directiva del entrenador del filial supuestamente 'por mante- ner una reunión con las personas anteriormente citadas'.

Y concluye el comunicado: 'Vi- vimos en un país donde la libertad es la base de su sistema democrático, siendo estas actitudes dictatoriales ajenas al comportamiento deportivo y personal por lo que tomamos la decisión de no permanecer ni un solo momento más bajo la disciplina de un sistema de este tipo'.

El presidente responde

Toño Sanmiguel, nuevo presidente del Sala Ourense, expone su parte: "Destituimos a Abel no por haberse reunido con Prol y Vivian si no por estar haciendo un proyecto paralelo tocando a jugadores del primer equipo. Además, tenemos guasaps con amenazas personales hacia Víctor Sousa. Después de hacernos cargo del club de forma oficial y ver las cuentas vimos que faltaban 995 euros para cerrar la temporada. Le dimos tres opciones. Que gestionaran ellos el equipo haciéndose cargo de los gastos pendientes y cediéndoles la plaza para la próxima campaña. Dijeron que sí pero tuvieron sus reuniones y no consiguieron el dinero porque Julio Prol decía que no se fiaba de nosotros. Se les propuso que nosotros pagáramos el último plazo de las fichas (540 euros) y que ellos pagaran su parte vendiendo cada jugador cinco carnets de socio, pero no accedieron. La última propuesta que le hicimos fue que solo pagaran los arbitrajes, pero tampoco les sirvió. Nosotros no tenemos nada que esconder pero hay situaciones que no se pueden tolerar". La situación en el Sala Ourense continúa enturbiándose.

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