Después de ver varias veces esta pelea crecen mis dudas. El pasado 17 de septiembre se disputó en Las Vegas -¡cómo no!- un combate de boxeo en la categoría del peso welter, menos de 67 kilos, según el Consejo Mundial (WBC) una de las cuatro organizaciones en las que se fragmenta la estructura internacional de este deporte.
Se enfrentaron el estadounidense Floyd Mayweather y el hispano Víctor Ortiz. El combate transcurria por los cauces normales, dentro de lo que supone esta modalidad, hasta el cuarto asalto. Ortiz llevó a Mayweather a la red y, entre una serie de golpes, no tuvo otro impulso que meterle un cabezazo. El árbitro, Joe Cortez, detuvo el round y sancionó con un punto al infractor.
Hasta aquí, todo normal. Entonces, Ortiz comenzó a disculparse una y otra vez con su rival, quizá en exceso. Le besó, le abrazó... El árbitro pareció reanudar la contienda pero mantenía su atención hacia la mesa de jueces, grave error. Ortiz permanecía con la guardia baja -sin protegerse- momento que Mayweather aprovechó para meterle un primer golpe, sin reacción del hispano, más un segundo que lo mandó a la lona. Ortiz terminó k.o. y Mayweather ganó el combate.
Unos segundos confusos, cuando menos extraños. Algunos acusan a Mayweather de antideportivo; otros a Ortiz de ingenuo. El reglamento respalda a Floyd, a mí me resulta sospechosa la actitud y el mentón de cristal de Ortiz. ¿Volvemos a los tongos de los viejos tiempos?
Mayweather mantiene un récord limpio de 42 victorias. Ahora todos esperamos el duelo definitivo contra el huracán filipino Manny Pacquiao.
Hasta aquí, todo normal. Entonces, Ortiz comenzó a disculparse una y otra vez con su rival, quizá en exceso. Le besó, le abrazó... El árbitro pareció reanudar la contienda pero mantenía su atención hacia la mesa de jueces, grave error. Ortiz permanecía con la guardia baja -sin protegerse- momento que Mayweather aprovechó para meterle un primer golpe, sin reacción del hispano, más un segundo que lo mandó a la lona. Ortiz terminó k.o. y Mayweather ganó el combate.
Unos segundos confusos, cuando menos extraños. Algunos acusan a Mayweather de antideportivo; otros a Ortiz de ingenuo. El reglamento respalda a Floyd, a mí me resulta sospechosa la actitud y el mentón de cristal de Ortiz. ¿Volvemos a los tongos de los viejos tiempos?
Mayweather mantiene un récord limpio de 42 victorias. Ahora todos esperamos el duelo definitivo contra el huracán filipino Manny Pacquiao.
