El equipo blanquiverde remonta la mínima desventaja ante el Amoeiro con rabia, esfuerzo y sobre todo efectividad
El Melias quiere recuperar su esencia. Un histórico del fútbol provincial está a las puertas de recuperarse y volver a la Primera Galicia después de remontar el solitario gol del Amoeiro en el partido de ida que les ponía en desventaja.
Era una final. De esas que hay que jugar, pero también ganar. Lo más importante. Ganar. Porque aunque la ventaja del Amoeiro era mínima, el Melias partía como favorito. En su campo, en su casa y con su gente. Terminó la temporada evitando que el Loñoá se distanciase y que el Covadonga cantase el alirón en Eiróas. Sin embargo, cayeron en Amoeiro, pero la conjura antes del pitido inicial auguraba un desenlace distinto.
Agazapado y conservador, el Amoeiro se plantó en A Abelleira. Normal, un gol de ventaja es un premio demasiado ventajoso para dejarlo escapar. Se veía venir la remontada. No hubo tiempo para acomodarse con el tanto de Fran. Repitió nueve minutos después y los deberes estaban a medio hacer. ¿La obligación? No encajar.
En la reanudación, el tercero del cuadro franjiverde. La afición estalla. Pero el Amoeiro no había dicho su última palabra. Recorta distancias y el run run, los fantasmas y los presagios enmudecían a la grada. Hora de defender del Melias y de atacar con el corazón el Amoeiro. Necesitaba un gol el equipo visitante No llegó.
Ucha hizo el cuarto. Delirio local para un equipo que fue histórico y quiere volver a serlo. Un partido donde hubo diecisiete tarjetas amarillas. Entendible, era una final. Era la oportunidad del año.
