Miguel Sotelo, 200 partidos de verde

Desde aquel 5 de septiembre de 2010, cuando se estrenaba en el banquillo del Allariz goleando 7-0 al Francelos, el entrenador Miguel Prieto Sotelo (16-8-1968) no imaginaría completar 200 partidos en las dos etapas al frente del equipo alaricano. “¡No me digas!, se me ponen los pelos de punta. Son muchos, pero también mirando hacia atrás y multiplicando por tres entrenamientos semanales es impresionante”. El exjugador y directivo Conde fue quién lo convenció para llegar a un equipo “donde me dijeron que solo podía trabajar con gente del pueblo y de la cantera. Me fui adaptando, pero había y hay muy buenos jugadores y mucha calidad, que es lo bueno”. En esa primera temporada metió al Allariz en la final de Copa Diputación. “Estábamos en las fiestas del pueblo y la gente acudió en masa a O Couto con un gran colorido, pero a los jugadores les pillo en plena fiesta y llegamos mermados, nunca tuvimos opciones de ganarla. Aunque llegamos a empatar el partido, nos faltó esa pegada que tenía el Verín”. 14 partidos sin perder A la campaña siguiente, “nos metimos de lleno en la pelea por el ascenso después de una racha de 14 jornadas sin derrotas, pero perdimos en la última 3-0 en Melias. Aunque no dependíamos de nosotros, nos quedamos a tres puntos de poder subir”. El segundo desembarco de Miguel Sotelo en O Seixo se iba a producir seis años más tarde. “Después de pasar por el Verín, Taboadela y Polígono, con quien logramos ascender y llegamos a una final de Copa, volví al Allariz porque era como un idilio que estaba pendiente y como necesitaban un entrenador no me lo pensé”. Pero si de algo está convencido es de sentirse uno más de ellos “y seguramente si llego a entrenar otro equipo el chip debo cambiarlo totalmente, porque hacerlo aquí hay que tener psicología, conocer muy bien la idiosincrasia de los jugadores, del pueblo, del club, la manera de trabajar y lo que quieren. Hay que ser muy fuertes mentalmente y tener una mano izquierda muy fina para llevarlo como hasta ahora”. El inicio de aquella liga 17-18 “fue malísimo, no ganamos hasta la séptima jornada y se empezó a especular si íbamos a ser competitivos. Al final fuimos séptimos y caímos en semifinales de Copa ante el Velle en los últimos minutos y tuvimos muchas opciones porque queríamos brindársela a nuestro goleador Juan Gallego”. En la temporada 18-19 repitió otras 14 partidos sin perder, pero desde el comienzo de liga. “Fue muy competitiva, exprimida al máximo y aunque no hubiésemos conseguido ningún título, siempre estuvimos ahí”. Debido a la pandemia no se pudo disputar el play off por el ascenso en la 19-20, donde solo ascendieron los dos primeros, quedando el Allariz a las puertas. Ahora el ascenso está más que nunca de su mano. “Ojalá sea el año del club, ya que va a ser mi última temporada. Deseo y voy a hacer todo lo posible para que podamos ascender, pero creo que la fase se finiquitará en la última jornada y con emoción”.