Cuatro jornadas ha tardado la LEB Plata en hacer tabla rasa y dejar sin intocables una clasificación tremendamente igualada.
El nivel y la pegada de los equipos está en entredicho después de un verano que ratificó las complicaciones económicas de los clubes, pero la emoción y paridad entre los equipos se antoja garantizada.
El COB dejó al Pazo con la mosca detrás de la oreja en la última jornada y a la siguiente se cargó con solvencia y suficiencia al único equipo que quedaba invicto. Lo hizo en un Palau del que el Coruña había salido sonoramente trasquilado. Los de Rubén Domínguez no rindieron en la primera mitad pero en los 15 últimos masacraron a su rival con una defensa imponente y con equilibrio en ataque. Bazas de equipo importante que es capaz de ganar a domicilio sin tener que acercarse a la perfección.
Del resto de la jornada, los favoritos toman posiciones, con Prat y Andorra como equipos más notables y con Plasencia y Oviedo como primeras decepciones. La Liga acaba de empezar pero las diferencias se hacen más representativas cuando la duración de la competición es tan corta.
El COB dejó al Pazo con la mosca detrás de la oreja en la última jornada y a la siguiente se cargó con solvencia y suficiencia al único equipo que quedaba invicto. Lo hizo en un Palau del que el Coruña había salido sonoramente trasquilado. Los de Rubén Domínguez no rindieron en la primera mitad pero en los 15 últimos masacraron a su rival con una defensa imponente y con equilibrio en ataque. Bazas de equipo importante que es capaz de ganar a domicilio sin tener que acercarse a la perfección.
Del resto de la jornada, los favoritos toman posiciones, con Prat y Andorra como equipos más notables y con Plasencia y Oviedo como primeras decepciones. La Liga acaba de empezar pero las diferencias se hacen más representativas cuando la duración de la competición es tan corta.
