Los fallecidos Lito y Manolo Preciado fueron homenajeados este viernes en el campo de O Couto por jugadores, entrenadores y presidentes que formaron parte del CD Ourense en las temporadas 85-86 y 86-87. El capellán del club estuvo acompañado en una ofrenda por los expresidentes Jorge Bermello e Indalecio Vidal, por el entrenador Mario Guede y por un buen número de componentes de la época. Una cena cerró el acto.
Lito falleció en agosto de la pretemporada 85-86. Una estatua junto a la entrada de vestuarios le recuerda desde entonces. Preciado, que murció días antes del comienzo de la Eurocopa, se incorporó la campaña siguiente, procedente del Alavés, para cubrir el hueco dejado por Modesto, que se marchó al Deportivo. Fue el primer futbolista no gallego en aquella plantilla. Jugó en el club durante cuatro años.
'Si el grupo ya estaba unido, con él lo estuvo todavía más', recuerda Mario Guede. 'Hemos recordado con cariño a dos personas muy queridas por todos nosotros. La muerte de Lito supuso un estímulo, aunque fue una pérdida irreparable. Y con la llegada de Preciado hubo ciertas reticencias, porque todos los futbolistas de aquel equipo eran ourensanos, y los que no de Vigo o Pontevedra. Sin embargo, Preciado nos ganó a todos. Recuerdo que él fue el que cerró los actos de la Asociación de entrenadores en 2005', añade Guede.
'Si el grupo ya estaba unido, con él lo estuvo todavía más', recuerda Mario Guede. 'Hemos recordado con cariño a dos personas muy queridas por todos nosotros. La muerte de Lito supuso un estímulo, aunque fue una pérdida irreparable. Y con la llegada de Preciado hubo ciertas reticencias, porque todos los futbolistas de aquel equipo eran ourensanos, y los que no de Vigo o Pontevedra. Sin embargo, Preciado nos ganó a todos. Recuerdo que él fue el que cerró los actos de la Asociación de entrenadores en 2005', añade Guede.
