COPA XUNTA 2016

La otra final, la de la vergüenza

<p></p>
photo_camera Dos miembros de la Policía Local intentan calmar los ánimos en las gradas de Os Remedios.

El partido entre el Envialia y el Cidade das Burgas dejó imágenes lamentables en las gradas y en la pista además de una organización deficiente

La final de la Copa Galicia de fútbol sala femenino pasará la historia por el ambiente espectacular en las gradas y por el espectáculo deportivo en la pista. Un partido en el que Ourense ratificó su pasión por un deporte en el que es referencia nacional.

Pero la final también tiene una cara B. Sonrojante y por la que nadie ha dado la cara 72 horas después del partido. Incidentes en la grada, agresiones en la pista, insultos en los banquillos, alcohol en las gradas y 'donativos' en las taquillas para evitar el IVA de las entradas numeradas.

La final ya empezó torcida ante el desplante de la Federación Gallega. Los dos equipos solicitaron que se jugase el jueves y la respuesta autonómica se limitó a un 'whattsapp' denegando el cambio de fecha.

Similar atención recibieron de la Subdelegación del Gobierno. La delegación ourensana de fútbol sala, a petición de los clubes, avisó del ambiente que se barruntaba en la grada para prever limitaciones con las fuerzas de seguridad. Ahí llegó el primer error grave.

Tres policías para 2.400 personas

La llegada de Cidade das Burgas a Os Remedios ya se produjo con aficionados en las inmediaciones de la cancha. Media hora antes del partido las gradas ya estaban prácticamente llenas y con cruces de insultos y amenazas entre grupos de aficionados. En total, en Os Remedios había tres policías locales que, ante los problemas que surgían fueron reforzados posteriormente con dos unidades más. A ellos se unieron en algunos momentos del partido tres policías nacionales.

"Se nos pudo escapar de las manos. Si se llegan a pegar no somos capaces de pararlo de ninguna manera. Nunca vi un nivel de tensión como el sábado pero la verdad es que en mi vida tampoco vi a la Policía Local en la pista", asegura el delegado de la federación gallega de fútbol sala en Ourense, Javier Caldas.

La tensión en las gradas era patente desde antes de empezar el partido y durante el mismo aumentó según se sucedían los choques en la pista. Uno de los motivos de ese ambiente es el segundo error grave de la final.

Alcohol en las gradas

La venta de alcohol en los recintos deportivos está prohibida por ley. La cafetería de Os Remedios tiene derecho a vender bebidas alcohólicas siempre que lo haga en envases de plástico. El error estuvo en la organización del partido que no impidió la entrada de esas bebidas a la grada.

La presencia de aficionados con cervezas en la cancha era visible para todos los presentes pero ni la policía ni la organización hizo nada por impedirlo y retirarlas. Alguna de ellas incluso cayó a la pista durante el encuentro.

Unas gradas que registraron un lleno absoluto pero sin caer en el sobreaforo. El tercer error estuvo en las taquillas.

No hubo entradas, sí donativos

La Federación delegó en los clubes la organización del partido y Ourense CF y Cidade das Burgas acordaron imprimir 'donativos' de 5 euros y no entradas numeradas con lo que se ahorraron el IVA y evitaron que la dirección de Os Remedios reclamase el coste correspondiente a la celebración de un espectáculo deportivo.

Al hacerlo de esta forma los clubes no podían evitar el acceso al pabellón a ningún aficionado tuviese o no 'donativo' adquirido, con lo que el riesgo de sobreaforo era innegable y asumido deliberadamente por los organizadores.

La cancha tampoco se libró de los borrones. Tanto los banquillos como en algunos momentos las jugadoras dejaron imágenes vergonzosas.

Agresiones y amenazas

La jugadora del Envialia Sara Moreno abofeteó a la capitana del Burgas, Sonia Pacios, siendo el detonante de un altercado en la pista que incluyó a los dos entrenadores. Manolo Codeso y 'Chipi' se cruzaron amenazas que no ayudaron de ningún modo a calmar los ánimos.

Fue el último lunar de un partido lamentablemente manchado por errores claramente evitables y que vuelven a repetirse en Ourense en un recinto deportivo sin que nadie asuma su responsabilidad.

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