Se hablaba de intensidad como la palabra clave antes del derbi entre Ourense y Verín y lo fue, además de esa marcha más que le dio al conjunto rojillo la victoria.
O Couto es más campo que el José Arjiz o al menos eso parecen sentir los rivales del Ourense, prueba de ello es que jugadas que en Verín, con Barreal de protagonista, se convertían en continua sensación de peligro, en O Couto se diluían como un azucarillo, como se vio a lo largo del primer tiempo.
Por su parte el Ourense encontró en su feudo el espacio para crecer que no tenía en el José Arjiz y Antonio, Moisés, los laterales y Martín y Arenas se encontraron cómodos con todo ese terreno abierto por delante. Esto también se trasladaba a la presión, que el Verín intentó hacer pero resultó más exigente en el esfuerzo que en el partido de la primera vuelta y fruto de ello esos espacios que disfrutó el conjunto rojillo.
A pesar de todo ello, el Ourense abrió el marcador en una jugada de estrategia -saque de falta de Antonio y remate de cabeza de Moisés a la red-, aunque el segundo gol es una clara demostración de lo dicho -Adrián se encuentra con un balón, sale de la primera tarascada y al encontrar sólo espacio por delante se lanza a tumba abierta por el lateral izquierdo pasando a Martín que hace la transición a Arenas quien busca el espacio y marca-. Los locales bajaron el pistón y ahí llegó el penalti por derribo a Iago y el gol en dos tiempos de Barreal.
En la segunda parte el Verín subió su presión y creó desconcierto en el conjunto rojillo hasta el minuto 54, en que Portela marcaba el 3-1 de disparo desde el borde del área. A partir de ahí, 30 minutos de fútbol trepidante con tres goles más y un Ourense que, con los deberes hechos, incluso tuvo que perder tiempo ante el peligro latente de un Verín que buscaba su oportunidad a trancas y barrancas, aunque ésta nunca llegó.
Por su parte el Ourense encontró en su feudo el espacio para crecer que no tenía en el José Arjiz y Antonio, Moisés, los laterales y Martín y Arenas se encontraron cómodos con todo ese terreno abierto por delante. Esto también se trasladaba a la presión, que el Verín intentó hacer pero resultó más exigente en el esfuerzo que en el partido de la primera vuelta y fruto de ello esos espacios que disfrutó el conjunto rojillo.
A pesar de todo ello, el Ourense abrió el marcador en una jugada de estrategia -saque de falta de Antonio y remate de cabeza de Moisés a la red-, aunque el segundo gol es una clara demostración de lo dicho -Adrián se encuentra con un balón, sale de la primera tarascada y al encontrar sólo espacio por delante se lanza a tumba abierta por el lateral izquierdo pasando a Martín que hace la transición a Arenas quien busca el espacio y marca-. Los locales bajaron el pistón y ahí llegó el penalti por derribo a Iago y el gol en dos tiempos de Barreal.
En la segunda parte el Verín subió su presión y creó desconcierto en el conjunto rojillo hasta el minuto 54, en que Portela marcaba el 3-1 de disparo desde el borde del área. A partir de ahí, 30 minutos de fútbol trepidante con tres goles más y un Ourense que, con los deberes hechos, incluso tuvo que perder tiempo ante el peligro latente de un Verín que buscaba su oportunidad a trancas y barrancas, aunque ésta nunca llegó.