Carmen Limia toma esta temporada el relevo de Marga Martín al frente del club decano en la Liga Femenina 2

El Pabellón, en buenas manos

Carmen Limia con una foto de una plantilla del Pabellón. (Foto: XESÚS FARIÑAS)
Su llegada al club no fue por casualidad y el salto a la presidencia se produjo por consenso. Carmen Limia será la encargada de mantener viva la llama en el club más antiguo de Galicia de baloncesto femenino y de consolidar un proyecto al que por fin le salen las cuentas en la cancha y en la caja registradora.
Formó parte de los orígenes del club ('fui de las últimas jugadoras que todavía tenía que utilizar falda en los partidos y sólo jugabas si sacabas buenas notas') y quizá por eso la metamorfosis que se vaticina con las nuevas normas y dimensiones en la pista le suene a broma:'El otro día, en uno de los partidos de la Copa Galicia, cogí el balón y le decía a nuestro entrenador todo lo que ha cambiado el baloncesto. En el balón, la canasta o la línea de tres puntos'.

Marga Martín, a la que sucede en el cargo, la ánimo a involucrarse en el club y más tarde a ocupar su lugar: 'Me reinicié en el baloncesto por mi relación con Marga. Merece la pena coger las riendas que ella deja. Deja una estela muy importante en el club y no sólo por el primer equipo, sino porque tenemos casi 200 niñas en la cantera'.

La 'cantera' es palabra recurrente en su discurso: 'Es lo que menos se ve pero lo que más recompensas da. El primer equipo da satisfacciones pero las mayores las da la base. Ver a niñas que casi abultan lo mismo que el balón'. Y sigue: 'El baloncesto, y el deporte, te da riqueza para la vida que difícilmente te las da el colegio o la Universidad. Te enseña a saber perder, algo que en este sociedad es muy importante. Son enseñanzas para toda la vida'.


BALONCESTO Y MÁS BALONCESTO

En casa, el baloncesto es tema asiduo de conversación. A un lado de la mesa el COB (su marido es miembro del Consejo de Administración) y al otro el Pabellón: 'Es una alegría ver a toda la familia junta en los partidos en el Pazo y en Os Remedios, ver a nuestros amigos en la grada. La sociedad ourensana es consciente del baloncesto que tiene en su ciudad con el COB, con el Pabellón y con el Carmelitas. Tenerlos a ese nivel quiere decir algo de esta ciudad y que hay gente dispuesta a llevar a los clubes adelante'.

Limia aplaude el reconocimiento social a los clubes pero es crítica con el trato que recibe el deporte femenino: 'No se trata a los equipos femeninos en su justa medida, para empezar porque tampoco lo hacen las administraciones. No es un tema local sino general. El deporte femenino no tiene el reconocimiento ni la consideración del masculino aunque esté en categorías similares'.

La próxima, inminente, será la décima temporada del Pabellón en la LF2. 'Quizás no se valore lo suficiente el tener un equipo siempre ahí. Año tras año', comenta. Un club que parece haber erradicado la supervivencia milagrosa en la Liga y casi lastimosa en la económica: 'El club ha evolucionado en su estructura desde la base hasta el primer equipo y además la directiva ha tomado medidas importantes en los últimos años. La temporada pasada nos sobraron partidos para salvarnos y pagamos al día a todo el mundo'. Noticias irrelevantes en algunos clubes pero impensables en éste hace nada.

La cancha y quizá la fortuna, 'que también hace falta', dirán si se repite éxito deportivo y administrativo, pero las sensaciones previas hacen pensar que el Pabellón al menos va por buen camino.

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