En pocas ocasiones un resultado marca de forma tan evidente la situación de un equipo. El Pabellón no existió sobre la cancha de Os Remedios y cayó de forma abrumadora y estrepitosa ante el Universidad de Ferrol (36-92).
El rival era uno de los favoritos de la competición y aspirante al ascenso pero no por ello la derrota es menos sonrojante. Y es que solamente hubo partido durante los siete primeros minutos, en los que el Pabellón fue capaz de anotar y defender con cierta soltura ante el aluvión de recursos en todas las posiciones del Universidad de Ferrol.
A partir del segundo periodo no hubo más. Con María Álvarez lesionada en la rodilla, sin alternativas en forma de órdenes desde el banquillo y superadas en cada acción, el Pabellón pasó del 10-15 con el que terminó el primer cuarto al 19-41 del descanso, aunque el público presente no imaginaba lo que quedaba por llegar.
Quién sabe por qué, el conjunto local se dejó la poca intensidad que le quedaba en el vestuario. Ni siquiera los buenos minutos de la debutante Stacy Zamroz, ni el ímpetu de Noelia Oliva, pudieron reconducir una situación que tenía tintes de tragedia griega. Así, con autoridad, el Ferrol fue abriendo la brecha y desangrando a un equipo que no da más de sí (26-58).
Los últimos diez minutos fueron los de la descomposición total, las caras de impotencia y sin duda el peor periodo de la temporada en la pista central de Os Remedios.
Mientras tanto, las universitarias no bajaron el ritmo y aprovecharon para arrasar de la pista a un desdibujado y perdido Pabellón, al que desde hace varias jornadas le queda grande la categoría y que solamente puede pedir que la temporada termine cuanto antes para hacer balance de la grave situación, más si cabe cuando el último clasificado ganó y empata a victorias con las ourensanas para evitar el descenso directo.
