Las cuentas dicen que una victoria el sábado ante el Roces en Os Remedios significaría continuar en División de honor
No va más, o casi. La División de honor juvenil vivirá el fin de semana la penúltima jornada de liga. Tras la derrota ante el Val Miñor (0-1) el Ourense CF está virtualmente en la Liga nacional, mientras que después del empate a domicilio ante el Tropezón (0-0) el Pabellón continúa dependiendo de sí mismo para alcanzar la permanencia en la élite del fútbol sala base nacional.
El Ourense CF estaba llevaba al borde del precipicio hacía dos meses y el traspiés ante el Val Miñor será posiblemente la sentencia definitiva. Con seis puntos en juego se mantiene a cuatro de la zona de salvación que ahora mismo ocupa el Llano 2000 pero los enfrentamientos directos entre algunos de sus rivales parecen insalvables. Más allá de todo esto es de elogiar la sensacional segunda vuelta de los de Fran Justo que le permite llegar a la jornada 29 sin consumar el descenso matemático.
Para el Pabellón, algo más de tranquilidad, aunque sin la más mínima confianza. El sábado podría consumar lo que lleva anhelando todo el curso. Las combinaciones entre los siete equipos que se están jugando las plazas de descenso dicen que el Pabellón continuará en la División de honor si gana al Roces. La cita es el sábado, desde las 16,15 horas en Os Remedios. Guillermo García, el técnico pabellonista, lo tiene claro: "es el partido de la vida para esta generación de futbolistas. Es una final. La estadística dice que de los equipos de la segunda mitad de la tabla somos el que menos derrotas ha sufrido. Nos ha faltado haber transformado en victoria alguno de esos empates. Hemos tenido muchísimas dificultades por las lesiones, o incluso alguna enfermedad, pero el equipo ha sido capaz de rehacerse y ahora ha llegado la oportunidad de alcanzar la permanencia ganando al Roces, por eso este equipo, que tiene un enorme mérito, se lo merece".
Moverse en el alambre
Si algo ha hecho el Pabellón juvenil esta temporada ha sido moverse en el alambre. "A estas alturas de temporada muchos equipos tienen todavía que cerrar el objetivo. La situación es estresante y en ese sentido este grupo de jugadores está haciendo un máster. Ha sabido manejarse en situaciones de máximo estrés y los chavales se han ganado el derecho a llegar a este tramo final dependiendo de sí mismos para lograrlo", añade el entrenador del Pabellón.
Guillermo García no se fía de que el Roces tenga la permanencia garantizada. "No hay que pensar en eso porque no nos van a dejar los tres puntos, solo hay que pensar en ganar, en nada más. Este tipo de partidos los sacan adelante los que necesitan ganar siempre y cuando hacen las cosas para ganar, por eso es lo que tenemos que hacer, desarrollar un buen partido para cerrar la permanencia".
