El sábado, desde las 20:00 horas, el Ribeiro Rodosa vuelve a la Primera Nacional del balonmano español. Lo hará en Pontevedra, donde se verá las caras ante el Teucro. El de verdad, no el filial. Un histórico en crisis que buscará recuperar el esplendor pasado. Los de Ribadavia no quieren poner de su parte para que eso ocurra. Y eso que no ha sido la mejor pretemporada. Los compromisos laborales y vacacionales de una parte de la plantilla han hecho que el periodo de preparación se quedase muy corto. “Ha sido muy complicado tener continuidad en los entrenamientos. Por la vendimia, las vacaciones, otros compromisos… No ha habido el compromiso que se necesitaba y vamos muy justos de preparación. No estoy contento”, señala el preparador del Ribeiro Félix Mojón.
Tanto que, a 48 horas para el duelo, no tiene claro que hombres como Jacobo o Vizcaya puedan ser de la partida. “Dos extremos derechos, algo que nos dejaría una posición totalmente coja”, apunta. Pese a todo los ribadavienses saldrán con la idea de “competir al máximo” ante un adversario con mucha gente joven y de calidad que “después de las críticas al club por dos descensos en tres años saldrán a morder”, anticipa Mojón.
Un comienzo que, sobre el papel, no es el deseado. Pero los amarillos quieren que las dudas previas se conviertan en rendimiento y puntos a las primeras de cambio.
