El atacante de la UD Ourense se perderá lo que queda de temporada por una lesión que lo tendrá varios meses de baja
La victoria del domingo en el campo del Alondras permite a la Unión Deportiva Ourense dar rienda suelta a la ilusión y asumir, por méritos propios, el cartel de favorito, como el que más, a ocupar una de las cuatro plazas de promoción de ascenso.
La alegría del partido pasa ahora, temporalmente, a un segundo plano. Dos lesiones han centrado la atención del equipo rojillo y condicionan el trabajo semanal.
Marquitos abandonó el campo de O Morrazo con una lesión de tobillo. El jugador mostraba todavía este martes una fuerte inflamación y depende su evolución el poder contar con él para el partido sábado en O Couto ante el Silva.
Mucho más grave es la lesión de Rubén Arce. El atacante se cayó al suelo totalmente solo durante la primera mitad del último partido e inmediatamente se temió por un problema de gravedad. La explicación del jugador, que "había sentido una fuerte patada por detrás" es la habitual cuando se trata de una rotura del Aquiles. Su entrenador, Fernando Currás, lo sabe mejor que nadie. La sufrió cuando estaba en el Melilla.
"Siempre soy optimista cuando hablamos de lesiones, pero según me dijo lo de la patada y al estar solo, sin llevar ningún golpe, me puse rápidamente en lo peor", explica el entrenador rojillo.
Se confirmaron los pronósticos y este martes por la tarde Rubén Arce ya era operado en el Centro Médico El Carmen.
El tiempo de recuperación es todavía incierto, pero serán varios meses lejos de los terreno de juego.
"Es una lesión muy engorrosa y muy dolorosa en los días siguientes a la operación. Nos han dicho que es en la zona más próxima al gemelo y eso creo que podría reducir algo la recuperación", decía Currás. Y añadía que "Rubén es un chico muy fuerte y estamos seguros de que se recuperará perfectamente".
La duda de Marquitos y sobre todo la baja de Rubén Arce cortan de golpe la alegría en un equipo que no ha dejado de estar de sobresaliente desde el inicio de temporada y que ahora afronta con la ilusión por bandera la parte más bonita de la temporada.
