El fútbol le ha devuelto las ganas por jugar al delantero Adrián Aviñoá que, el sábado anotó siete de los ocho goles con los que el Raio Alaricano superó al Carballeira.
La vida le había golpeado muy fuerte. Con apenas 17 años decidió dejar de jugar en la base del Allariz y motivos tenía de sobra: "Había fallecido mi padre, con lo cual no me motivaba ni tenía ganas de seguir jugando".
Pasaron casi tres años desde aquella decisión, hasta que dos compañeros y el presidente Luis Mangana del desaparecido Xunquiera de Ambía "me animaron para que volviera y me animé porque a mí me gustaba mucho el fútbol y decidí ir para ese club".
El siguiente paso de Aviñoá fue regresar a su pueblo, Allariz, y recalar en el filial. Al año siguiente dio el salto al primer equipo, sin embargo "al no tener minutos suficientes decidí dejarlo e irme nuevamente para el Xunqueira" donde vivió su mayor alegría, el ascenso histórico del conjunto naranja a la Primera Galicia, siendo su segundo máximo goleador con 14 tantos.
Los resultados no acompañaron al equipo en la máxima categoría y al finalizar la temporada, con el descenso consumado a Segunda, el delantero del Raio Alaricano decide formar parte de su nuevo club, donde cumple su tercera temporada. "Es un club donde todos somos amigos y tener el campo de fútbol al lado de casa, tenía sus ventajas".
Hace cuatro meses pudo levantar con el conjunto rayista la Copa Diputación B, pero en los penaltis, donde el propio Aviñoá lanzaba desviado uno, acabaron siendo derrotados por el Sporting Carballiño. Un duro mazazo para las ilusiones que tenía depositadas el equipo.
Una inolvidable tarde
El presente le vuelve a sonreír a este ariete, que en después de haber marcado cinco goles en igual cantidad de encuentros, destapó ante el Carballeira el frasco de las esencias y convirtió siete goles: "La verdad que entró todo, pero también fallé alguna que otra ocasión. El primero lo metí a los dos minutos y el partido se abrió muy rápido". Superada la media hora cayó el segundo y su compañero Eze anotó el 3-0 antes de finalizar el primer tiempo.
La lluvia de goles y de agua caída el sábado 19 de octubre en el Cid Carriega no la olvidará jamás el ariete del Raio Alaricano, reconociendo además que en el segundo tiempo "no sabía ni los que llevaba marcados. Cuando ya había metido seis, me parecía que sólo eran tres o cuatro. Realmente no era consciente de lo que me estaba pasando. Marqué goles distintos, seis con el pie y uno de cabeza, pero no deja de ser curioso que ninguno fue de penalti".
Si bien en su curriculum goleador figuran unos cuantos 'hat trick' y "cuatro goles jugando para el Xunqueira de Ambia", pero consiguió igualar los siete goles que su vecino Juan Gallego lograba con el Allariz en la temporada 2010-11 y que le sirvieron para coronarse 'pichichi' de la liga de Primera Galicia junto a Camba, del Taboadela y quedándose a un gol de los ocho que conseguía marcarle el jugador rués Agenor al Caldelao, un lejano 13 de abril de 1997.
Aviñoá se considera básicamente un atacante luchador que siempre está a la caza del gol "y más curtido con mis casi 29 años".
Soñar con el 'pichichi' y la liga
Con sus 12 goles, el artillero rayista se propone poder ser el máximo anotador del grupo IX. "Nunca me pasó y me gustaría, porque tengo siempre el gol entre ceja y ceja".
El Raio Alaricano, que el año anterior dispuso el play off por el segundo ascenso, lidera su grupo tras alcanzar su cuarto triunfo consecutivo y aventajar en dos puntos al Viana: "A ver si este año toca subir, aunque hasta el momento el calendario no fue muy difícil. Desde ahora debemos jugar con los equipos de arriba y veremos como nos va. El nuevo técnico está haciendo un muy buen trabajo con la colaboración de Bruno, Antón y Nieto".
La plantilla rayista "está soñando con dar el salto a Primera porque sería muy bonito enfrentarnos en Primera al Allariz, sería un poco de morbo" (risas).
