Punto y final a una temporada en Autonómica claramente decepcionante en lo que a la representación ourensana se refiere. El Campus y el Allariz, desde la llegada al banquillo de Moncho Nóvoa, fueron de lo poco salvable. Cruz Alta terminó la Liga con una sonora derrota en Allariz y con un triste antepenúltimo puesto con ocho victorias y 22 derrotas.
Peor todavía le fue a las chicas del Pabellón y el Universitario. En una temporada marcada por los altibajos los dos equipos ourensanos acabaron perdiendo la categoría. Las universitarias en su regreso a la categoría y las pabellonistas tras soñar con la fase de ascenso un año antes.
Lo dicho, Allariz y Campus salvaron la honra ourensana aunque niguno de ellos tuvo nunca más rivales por debajo que por encima en la clasificación.
Los de Javi Pérez pagaron el peaje de la bisoñez en algunas posiciones pero apuntaron cosas interesantes de cara a la próxima temporada a poco que se apueste por la continuidad.
Muy distinto es el caso del Allariz. Moncho Nóvoa supo sanear el equipo deportiva y mentalmente hasta acabar convirtiéndolo en el equipo más en forma de la categoría. Los alaricanos perdieron tres partidos en toda la segunda vuelta.
Lo dicho, Allariz y Campus salvaron la honra ourensana aunque niguno de ellos tuvo nunca más rivales por debajo que por encima en la clasificación.
Los de Javi Pérez pagaron el peaje de la bisoñez en algunas posiciones pero apuntaron cosas interesantes de cara a la próxima temporada a poco que se apueste por la continuidad.
Muy distinto es el caso del Allariz. Moncho Nóvoa supo sanear el equipo deportiva y mentalmente hasta acabar convirtiéndolo en el equipo más en forma de la categoría. Los alaricanos perdieron tres partidos en toda la segunda vuelta.
