Los ciclistas, repartidos en distintos hoteles de la provincia, dedicaron la jornada de descanso al análisis de los próximos días

Una tregua engañosa

Los asistentes de uno de los equipos alojados en la ciudad, ayer preparando las bicicletas. (Foto: TONI ALBIR)
A pesar de haber consumido la mitad de la Vuelta 2011, la carrera española sigue sin encontrar un líder consistente que asuma sin remilgos. La ausencia en la línea de salida de Benidorm el pasado sábado 20 de agosto de uno de los grandes pesos pesados del pelotón internacional abrió el abanico de opciones a otro tipo de corredores que pueden disponer en esta prueba de la oportunidad de su vida para incluir en su palmarés una de las tres grandes vueltas del calendario internacional.
En Ourense, , el pelotón de la Vuelta ha disfrutado de veinticuatro engañosas horas de tregua. Todos han salido a rodar un buen puñado de kilómetros para no perder el ritmo a la vez que mantienen la tensión competitiva. Cualquier descuido en días así se paga con un tributo muy caro.

Únicamente dos de los ciento noventa y ocho inscritos, el italiano Vincenzo Nibali, del Liquigas-Cannondale, con una Vuelta, y el ruso Denis Menchov, Geox-TMC, con dos Vueltas y un Giro, han pisado lo más alto del podio.

Incluso el 'Tiburón de Mesina' trataría de confirmar la alternativa de 2010 con una segunda victoria en la Vuelta. En el pasado Giro de Italia lo intentó y tuvo que acabar conformándose con ver desde el tercer cajón del podio al español Alberto Contador (Saxo Bank), como vencedor, y a su compatriota Michele Scarponi (Lampre-ISD), segundo y presente en el pelotón de la Vuelta pero bastante descolgado de la lucha por la victoria después de la cronometrada salmantina.

El resto de aspirantes debe confirmar sus aspiraciones con su trabajo en la carretera. Hombres como Chritopher Froome, Jakob Fuglsang, Jurgen van den Broeck o Sergio Pardilla empiezan a mostrar sus cualidades, junto a otros más consolidados en el pelotón como Bradley Wiggins, Fredrik Kessiakoff, Juan José Cobo o Janez Brajkovic que mantienen vivos sus sueños. Son subalternos en busca de una alternativa que les coloque entre los grandes.

Para los rodadores ya se ha consumido la única opción de esta sexagésima sexta edición de la Vuelta de ampliar con claridad las diferencias sobre sus rivales.

La clasificación está muy comprimida después de diez jornadas y ahora, tras consumir su primera jornada de descanso, la Vuelta debe separar el grano de la paja en cinco días con unos perfiles que impresionan. Pero si los gráficos son quebrados, los que conocen las carreteras saben que el paso de la Vuelta por Galicia y Asturias, con parada en Ponferrada (León) un día, asusta. Las diferencias se pueden abrir enormemente con respecto a lo que ya ha pasado en carrera hasta la fecha.

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