El empate ante el Tropezón deja al Pabellón a solo tres puntos de conseguir matemáticamente la permanencia
El Pabellón consiguió ayer ante el Tropezón un empate sin goles que le acerca a atar la permanencia en División de Honor juvenil. Los ourensanos quedan a una victoria de la tranquilidad,restando dos jornadas por disputar. Ese es el escenario que resulta de combinar las tablas de los ourensanos con las derrotas de Atlético Perines, Alondras y Victoria.
De esta forma, y a posteriori, la lectura que se extrae del partido de ayer es diferente. "Viendo como se desarrollaba la jornada, los chavales ya iban hablando en el bus del partido contra el Roces. Ellos ya no se juegan nada y nosotros todo. Hay que ganar sí o sí", comentaba tras el partido Guillermo García, entrenador pabellonista.
El choque disputado en Santa Ana fue intenso, lógico resultado de dos equipos que luchan por evitar el descenso -el Tropezón solo tiene tres puntosmás que el Pabellón-. Los locales llevaron la iniciativaen el primer período, aunque la mejor ocasión fue protagonizada por el pabellonista Mario, que envío un remate al palo.
Tras el descanso, el Tropezón aumentó la intensidad y encerró al equipo visitante, que supo resistir en apoyado en su buen orden defensivo. "Ahí pudimos perder el partido. Pero los cambios nos sentaron bien y terminamos con opciones de ganar", explicaba García. Pero el marcador no se movería. Empate y la salvación más cerca: "Después de una temporada tan complicada, resulta satisfactorio poder conseguir la permanencia con un partido de margen. El sábado será una final", destacó el entrenador pabellonista.
