Y por Ourense se espera a los Reyes Magos

Los jugadores del CD Ourense celebran el gol de la victoria sobre el Betanzos.
Terminó un 2011 en nuestra pequeña provincia con la sensación habitual de los últimos años. La de haber quemado otra etapa sin mayor trascendencia que las anteriores. En el deporte de alto nivel, CDO y COB sufrieron la frustración del fracaso deportivo, si bien el club de Jorge Bermello al menos despierta la atención de un buen número de aficionados. El futuro económico de ambos siempre será una incógnita.
En las categorías no profesionales destacaron el Ponte y Burgas de fútbol sala. Ambos merecen una felicitación por su extraordinario rendimiento deportivo y una reprimenda por incidentes bochornosos que no deberían repetirse entre vecinos.

Las mayores alegrías procedieron de las disciplinas 'minotarias' y de formación. Es una situación que nos recuerda a otros años del deporte español. La época de los pioneros Santana, Ballesteros o Ángel Nieto. La base sigue dependiendo del empeño de entusiastas que sacrifican tiempo y dinero personal en inocularle el virus del deporte a una juventud inmersa en una ambiente general de pasotismo.

Por todo ello, le hemos pedido a los Reyes Magos de Oriente ese imprescindible plan del deporte ourensano. Una estrategia dirigida por políticos, técnicos y sabios que marque un comienzo y una dirección a seguir, que aproveche todo lo bueno y elimine lo superfluo, que organice y unifique la estructura desde la base hasta los primeros clubes, que se financie con un mínimo dinero público y un mayor porcentaje empresarial. Que produzca deportistas profesionales o simples deportistas, técnicos, árbitros, periodistas...

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