Los partidos de las selecciones no le van muy bien al Barcelona esta temporada, pues cinco de los siete puntos que ha perdido en esta Liga se le han escapado después de enfrentamientos de los equipos nacinoales.
No siempre ha sido así esta temporada, pues en dos ocasiones firmó la victoria, contra el Valencia (2-1) y el memorable 0-8 en el campo del Almería.
Antes del partido contra el Sporting de Gijón, el entrenador del Barcelona, Pep Guardiola, había expresado sus dudas acerca de si reservaría a jugadores de cara al encuentro contra el Arsenal del miércoles, de ida de los octavos de final de la Liga de campeones, no tanto por diversificar las fuerzas, sino porque tenía a futbolistas tocados de la semana de selecciones nacionales.
Guardiola ni nadie en el Barcelona ha achacado el tropiezo a la cuestión de las selecciones, pero es una evidencia que no es la primera vez que el conjunto azulgrana ha perdido potencial en el partido siguiente de una semana corta o larga de los equipos nacionales.
Sin ir más lejos, esta temporada el Barcelona la inició con un déficit de preparación debido a que ocho de sus jugadores, que habían formado parte de la España campeona del mundo, debieron tomar sus vacaciones fuera de tiempo, y ello resultó un lastre para el conjunto azulgrana.
De hecho, los dos tropiezos importantes que sufrió el Barcelona en el arranque liguero, ambos en su campo contra el Hércules (0-2) y Mallorca (1-1), se produjeron en el periodo en el que Guardiola no podía echar mano del equipo que después se erigió en indiscutible y casi invencible.
Contra el Sporting, Guardiola volvió a sopesar el calendario inminente del Barcelona, tanto en la Liga como en Europa, y los minutos de muchos de sus futbolistas en los encuentros internacionales, y apostó por tres movimientos en la alineación inicial que no dieron el resultado esperado.
TRES MENOS HABITUALES
Ni Afellay mejoró las prestaciones de Pedro ni Mascherano emuló a Busquets, y menos aún, Milito hizo olvidar al suplente de Puyol en el eje, el francés Eric Abidal.
La aportación de estos tres rebajó el nivel del Barcelona, colapsado y sin ideas ante un espléndido y batallador Sporting, contra el que hace dos años en el mismo escenario Guardiola puso la primera piedra con una goleada por 1-6 del gran equipo que aquel 2009 logró los seis títulos en disputa.
Precisamente ante el Sporting, el Barcelona se quedó a las puertas de una nueva marca que hubiese dado mayor brillo el equipo de Guardiola, ya que el empate en El Molinón (1-1) le privó de sumar su decimoséptima jornada seguida con victorias en la Liga, algo que sólo ha sido capaz de alcanzar el Inter de Milán en la temporada 2006-07 en cuanto a las Ligas más importantes de Europa.
EL PARTIDO DE LONDRES
El Barcelona tuvo este domingo jornada de descanso y a partir de las once emprendió los entrenamientos para preparar el partido del miércoles en Londres contra el Arsenal.
En la memoria del aficionado azulgrana está la eliminatoria de la temporada anterior, en la que el Barcelona igualó 2-2 en Londres y sentenció en la vuelta en el Camp Nou con un 4-1 y un poker de goles del argentino Leo Messi.
Antes del partido contra el Sporting de Gijón, el entrenador del Barcelona, Pep Guardiola, había expresado sus dudas acerca de si reservaría a jugadores de cara al encuentro contra el Arsenal del miércoles, de ida de los octavos de final de la Liga de campeones, no tanto por diversificar las fuerzas, sino porque tenía a futbolistas tocados de la semana de selecciones nacionales.
Guardiola ni nadie en el Barcelona ha achacado el tropiezo a la cuestión de las selecciones, pero es una evidencia que no es la primera vez que el conjunto azulgrana ha perdido potencial en el partido siguiente de una semana corta o larga de los equipos nacionales.
Sin ir más lejos, esta temporada el Barcelona la inició con un déficit de preparación debido a que ocho de sus jugadores, que habían formado parte de la España campeona del mundo, debieron tomar sus vacaciones fuera de tiempo, y ello resultó un lastre para el conjunto azulgrana.
De hecho, los dos tropiezos importantes que sufrió el Barcelona en el arranque liguero, ambos en su campo contra el Hércules (0-2) y Mallorca (1-1), se produjeron en el periodo en el que Guardiola no podía echar mano del equipo que después se erigió en indiscutible y casi invencible.
Contra el Sporting, Guardiola volvió a sopesar el calendario inminente del Barcelona, tanto en la Liga como en Europa, y los minutos de muchos de sus futbolistas en los encuentros internacionales, y apostó por tres movimientos en la alineación inicial que no dieron el resultado esperado.
TRES MENOS HABITUALES
Ni Afellay mejoró las prestaciones de Pedro ni Mascherano emuló a Busquets, y menos aún, Milito hizo olvidar al suplente de Puyol en el eje, el francés Eric Abidal.
La aportación de estos tres rebajó el nivel del Barcelona, colapsado y sin ideas ante un espléndido y batallador Sporting, contra el que hace dos años en el mismo escenario Guardiola puso la primera piedra con una goleada por 1-6 del gran equipo que aquel 2009 logró los seis títulos en disputa.
Precisamente ante el Sporting, el Barcelona se quedó a las puertas de una nueva marca que hubiese dado mayor brillo el equipo de Guardiola, ya que el empate en El Molinón (1-1) le privó de sumar su decimoséptima jornada seguida con victorias en la Liga, algo que sólo ha sido capaz de alcanzar el Inter de Milán en la temporada 2006-07 en cuanto a las Ligas más importantes de Europa.
EL PARTIDO DE LONDRES
El Barcelona tuvo este domingo jornada de descanso y a partir de las once emprendió los entrenamientos para preparar el partido del miércoles en Londres contra el Arsenal.
En la memoria del aficionado azulgrana está la eliminatoria de la temporada anterior, en la que el Barcelona igualó 2-2 en Londres y sentenció en la vuelta en el Camp Nou con un 4-1 y un poker de goles del argentino Leo Messi.
