Fidelidad a un estilo que prima el fútbol de toque y los extremos. Esos son los rasgos que definen a Dinamarca, que afronta contra España una final que la puede dejar muy cerca de la Eurocopa de 2008 y servirle para darle la vuelta a un historial particular plagado de agravios y decepciones.
El hecho de que Dinamarca estará en la Eurocopa si gana los cuatro partidos que le quedan, unido a los interrogantes que rodean a España, han generado un clima de optimismo moderado, al que no parecen haber afectado las propias dudas que hay sobre un equipo vistoso pero algo blando, inseguro en defensa y con problemas para hacer goles.
Dinamarca recupera a uno de los tres pilares de su esquema, el sevillista Poulsen, imprescindible en el centro del campo, pero pierde a la aparición más interesante que ha producido en los últimos tiempos, Agger, un joven central con clase, carácter y que además marca goles importantes.
El seleccionador danés es un técnico de convicciones, tanto en su apuesta por el fútbol de ataque como en su predilección por el 4-2-3-1, que sólo ha modificado en contadísimas ocasiones en sus ocho años en el cargo. La fidelidad a un estilo, su habilidad para manejar la selección sin polémicas ni estridencias y dotarla de un espíritu de club le han permitido aguantar en el cargo sin críticas, a pesar del varapalo que supuso la no clasificación para el Mundial de Alemania.
Olsen representa además la continuidad con la ’dinamita roja’ de los años 80, en la que él figuraba como capitán y que enamoró con Lerby, Elkjae Larsen y sobre todo Michael Laudrup.
Aquel equipo, y sus sucesores, se estrellaron siempre en los momentos decisivos contra España. Nadie mejor que Olsen para ajustar cuentas con el pasado.
Las pruebas de Aragonés
Luis Aragonés probó con Cesc en el centro del campo y con Albiol en la defensa en el último entrenamiento, a puerta cerrada, antes de partir hacia Aarhus. La entrada de Fábregas fue en sustitución del canario del Valencia Silva, por lo que España formaría con Albelda, Xavi y Cesc en el centro, con Iniesta por la izquierda, Joaquín por la derecha y Torres como único delantero.
