La jornada de parón en el Tour de Francia estuvo marcada por el arresto del ciclista del Cofidis Rémy di Gregorio

El dopaje no descansa

Un fotógrafo a las puertas de hotel del equipo Cofidis. (Foto: NICOLAS BOUVY)
La jornada de descanso del Tour de Francia volvió a quedar manchada por un caso de dopaje, después de que la gendarmería francesa apareciera en el hotel del equipo Cofidis, en Bourg-en-Bresse, para arrestar al ciclista francés Rémy di Gregorio por presunto tráfico de sustancias dopantes.
El corredor, una de las promesas del ciclismo galo, lo que le llevó a lograr un sustancioso contrato en el equipo Cofidis, fue trasladado para su interrogatorio a Marsella, su localidad natal y ciudad donde la justicia había abierto la investigación que desembocó en su detención.

Según fuentes de la investigación, una juez de esa ciudad había abierto una investigación por consumo de sustancias dopantes al ciclista, que se encontraba bajo vigilancia y cuyo teléfono estaba pinchado.

Una llamada anoche a las personas que presuntamente le suministraban los productos -que también se encuentran arrestadas- desencadenó la intervención de los agentes que soliviantaron a la caravana del Tour, cuyos organizadores se apresuraron a decir que se trata de un caso aislado en el seno del equipo, lo que no justifica su exclusión de la carrera.

Los agentes sólo registraron la habitación del ciclista marsellés, lo que ha llevado a pensar a los organizadores que no se trata de un dopaje organizado en el seno del equipo, aseguró el director de la prueba, Christian Prudhomme. 'No ha sido algo que sucediera en el Tour. No ha habido flagrante delito durante la carrera', dijo el responsable de la ronda gala, que marcó así las diferencias con el caso del italiano Cristian Moreni, cuyo positivo por testosterona exógena en 2007 motivó la retirada del Cofidis al completo en 2007.

La detención de Di Gregorio se produjo en medio de una gran discreción, cuando el resto del equipo ya dormía. Los gendarmes entraron en su habitación y procedieron al arresto del ciclista. Posteriormente, desde la recepción del hotel, fueron avisados los miembros del cuerpo técnico. 'Algunos ciclistas han llorado al enterarse de la noticia por la mañana', relató Yvon Sanquer, director del equipo.

Los miembros del equipo Euskaltel, que compartían hotel con el Cofidis, no se enteraron de nada.

El Tour quedó, un año más, ensombrecido por el dopaje en la jornada de descanso, un estigma que también apareció unos días antes del inicio de la prueba en Lieja.

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