La pareja inferior formada por los hermanos Gasol fue lo más destacable del equipo entrenado por Sergio Scariolo

España gana a Alemania pero transmite dudas

El pívot español Pau Gasol pelea por la posición con el alemán Dirk Nowitzki (Foto: Giorgi Likovski)
La selección española de baloncesto consiguió ante Alemania, 68-77, una victoria tan importante como trabajada en un partido en el que su juego sembró dudas, por la falta de alegría, ideas y resolución en el tiro y con una defensa que sólo funcionó en determinados momentos.
Los planteamientos fueron claros desde el comienzo del partido. Pau Gasol y Nowitzki eran una pareja de baile y otra Marc Gasol y Kaman. Dos auténticos choques de trenes. Nivelada la cuestión estratégica bajo los tableros, quedaba la guerra en el perímetro y por ahí comenzó a fallar la selección española.
Otra vez, los tiros claros no quisieron entrar y por ahí falló todo un poco. Menos mal que en defensa el equipo se mostró firme y eso permitió a los jugadores de Sergio Scariolo dominar casi siempre en el marcador, aunque sin apenas rentas, 15-16 al final del primer cuarto.
Pau y Nowitzki se anularon por completo. En la otra gran pelea, Marc saló victorioso con 7 puntos por 4 de Kaman.
Calderón no vio aro y Navarro a cuentagotas, por lo que Fernando San Emeterio y sus dos triples, en el segundo período, fueron gloria bendita para el equipo nacional. Fueron los mejores momentos en los inicios del segundo cuarto cuando se consiguió un parcial de 0-8 (18-26), pero, acto seguido, llegó una pájara y nadie consiguió tomar ventaja (27-26).
Con el mismo planteamiento e idénticos protagonistas, Pau quiso revertir la situación en la segunda mitad y se jugó el primer balón ante la defensa de Nowitzki, consiguiendo la canasta y tiro adiciona y acto seguido un triple ante el jugador de Dallas.
Alemania cambió de pareja y encomendó al rudo Kaman ocuparse de Pau, mientras que Nowitzki lo hizo de un inspirado Marc. Ahí encontró España un resquicio por el que se coló hasta la cocina. En el minuto 25 la selección ganaba por 43-52 y los germanos intentaban la defensa zonal, pero la falta de acierto en ataque impidió consolidar esa primera ventaja importante.
Con la victoria en el alero, el juego se volvió más descontrolado y las defensas fueron superiores a los ataques pero España fue siempre más fiable en el cara o cruz final.
Una victoria fundamental, imprescindible, pero que siguió transmitiendo dudas e incertidumbre ante el rival, en teoría, más asequible de la segunda ronda.

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