El juez José María Blanco Saralegui dictó ayer la sentencia que supone el fin del proceso concursal del Celta un año y un mes después de que el club solicitase someterse a él. Ahora, tras este procedimiento en tiempo récord, los tres administradores cesan en su actividad y la entidad recupera la autonomía total en su gestión.
El 23 de junio de 2008, el Celta solicitaba en el Juzgado Número 1 de lo Mercantil de Pontevedra acogerse a la Ley Concursal. El 23 de julio de 2009 es decir, ayer, esta misma instancia emitió la sentencia que dio por finalizado el procedimiento. Por el medio, 13 meses de negociaciones convenios con Concello, Caixanova y Hacienda que culminaron en la exitosa junta de acreedores que tuvo lugar el 30 de junio y que dio el visto bueno al convenio. El club pasa de una deuda de 58 millones a una de 28, con un programa de pagos al que debe acogerse en los próximos once años. Tras cerrarse la pasada semana el plazo de alegaciones al convenio de acreedores sin que se presentase ninguno, la sentencia era un paso esperado. Y su consecuencia directa es que los tres administradores concursales Francisco Prada, Carlos Pérez Bouzada y José González dejarán de fiscalizar la vida del club, que recupera su total autonomía. Por lo tanto, se confirma que el proceso concursal del Celta se ha cerrado en tiempo récord un año y un mes y sin recursos de los acreedores, dos aspectos poco comunes en procedimientos similares iniciados por otras entidades deportivas. Eso sí, las estrecheces económicas continúan.